Malestar de La Churrería de los Jardinillos con el Ayuntamiento por la falta de información sobre las obras
Jaime Rubio asegura que si el consistorio sigue adelante con la intención de "encerrarles y aislarles" se verán obligados a cerrar ya que no les permiten trabajar
Jaime Rubio tras la pequeña puerta que pretenden habilitar como acceso / Beatriz Álvarez
Palencia
Los responsables de La Churrería de Jardinillos están enfadados con la actuación del Ayuntamiento en las obras de reforma del parque de los Jardinillos, se han encontrado con la desagradable sorpresa de que se está levantando una valla, de unos dos metros de altura, alrededor de su churrería, que iría posteriormente cubierta, y tan sólo se ha habilitado una pequeña puerta en el lateral de la misma para poder aceder a su establecimiento mientas duren las obras, nadie del propio Ayuntamiento se ha puesto en contacto con ellos para explicarles la situación y cómo se va a afrontar este proceso, piden una solución y una respuesta municipal para poder continuar con su actividad, algo que, aseguran, no podrán hacer de seguir adelante estos planes. Han decidido parar todos los días 10 minutos a las 08:00 horas para llamar la atención sobre el problema y no descartan acudir a los tribunales si fuera necesario.
Maite y Julio están muy enfadados, no comprenden cómo el Ayuntamiento deja abandonados los comercios a su suerte sin ninguna explicación. Se han encontrado las vallas, la señalización y la puerta y, han sido los operarios de la empresa constructora, los que les han explicado el proyecto. Exigen al Ayuntamiento una solución que les permita seguir con la actividad, soluciones como comenzar por su zona, aunque tuvieran que cerrar unos días, y luego seguir, pero no dejarles encerrados sin visibilidad alguna. Recuerdan al Alcalde que su obligación es velar por todos, más todavía tras el Covid-19 que he llevado a una pérdida de ventas muy importante, de hecho ellos apenas llegan al 50% de antes de la crisis sanitaria. Ni zona de carga y descarga para sus proveedores, ni sitio suficiente para pasar a través de la pequeña puerta, falta de segurida, polvo y el silencio administrativo de quienes están obligados a dar respuesta a esta stuación. Tienen claro que, si no se pone solución se verán obligados a echar el cierre.
