Los campus de verano han vuelto con mascarilla, distancia social y gel hidroalcohólico
En Son Moix los niños lleven a cabo sus actividades como cada verano
PALMA
El pasado viernes 13 de marzo fue el último día que los niños fueron al colegio. El Gobierno decidió cerrar las aulas de manera preventiva ante la amenaza de la COVId-19. Sin embargo, nadie sabía que ese día sería el último. Muchos niños y jóvenes tenían la esperanza de volver a reencontrarse con los suyos en las próximas semanas, pero lo que al principio tan solo era una medida preventiva se convirtió en una orden inviolable.
Con la llegada del verano, también llegó la desescalada y más tarde lo que el Gobierno llama nueva normalidad. Una nueva manera de convivir en sociedad, pero con mascarilla, distancia social y gel hidroalcohólico. Una situación que ha permitido que todo se vuelva a poner en funcinamiento y los campus de verano, para los niños, también.
Aunque esta nueva situación lleva consigo nuevas maneras de hacer. Aquí en la SER hemos pasado una mañana en una de las escuelas municipales organizadas por el Ayuntamiento de Palma. La monitora de Esports 85 del Campus de Son Moix en el grupo 3, Marta Peso ha explicado que "los trabajadores se tienen que tomar la temperatura antes de salir de casa y que tienen que llegar al centro con la mascarilla y el uniforme puestos". Igual que los niños.
La higiene personal en tiempos de coronavirus es imprescindible. Lo que no impide que en el Campus de Son Moix los niños lleven a cabo sus actividades como cada verano. Peso ha contado que una de las cosas que ha cambiado es que al entrar en el aula "los niños tienen que formar un círculo estirando los brazos para mantener al distancia de seguridad". Además, ahora los monitores prestan más atención a que los niños se laven las manos antes y después de merendar.
La directora del Campus Deportivo de Son Moix, María del Mar Almendro, y Peso también han explicado que además de las actividades deportivas también ofrecen otros servicios. Siempre adaptados a las nuevas medidas de prevención del coronavirus. Como por ejemplo la guardería de mañana y el servicio de catering. Este último, se ha tenido que adaptar a las normas sanitarias, por lo que ahora cada niño tiene su propio táper.
La demanda para asistir al Campus de Son Moix no se ha visto afectada, aunque de las 400 plazas que ofrecían cada verano, ahora solo hay 100. Almendro ha afirmado que el ratio por aula sigue siendo el mismo, es decir, un monitor para cada diez niños. Aunque cada vez que un grupo abandona un espacio, este se desinfecta.
En el Campus deportivo de Son Moix se respira un buen ambiente. Tanto monitores como niños están felices de poder vivir un verano más o menos normal. Desde el campus esperan terminar el verano practicando deporte y no en cuarentena. Por ello animan a la sociedad a seguir de manera estricta las medidas de prevención.