La pandemia es una oportunidad para los residentes del centro histórico de Palma para reapropiarse de la zona
Palma XXI y la Fundació Iniciatives del Mediterrani aseguran que el casco antiguo de la ciudad se había reconvertido en un lugar dedicado completamente al turismo
PALMA
La pandemia y la falta de turistas durante estos meses se ha convertido en una oportunidad para los residentes del centro histórico de Palma que han aprovechado para reapropiarse de esta zona de la capital. Así lo ven en la entidad Palma XXI y la Fundació Iniciatives del Mediterrani, que aseguran que el centro histórico de la ciudad se había reconvertido en un lugar dedicado completamente al turismo. Ambas entidades han hecho un estudio sobre la actividad económica y social en el centro histórico durante la tercera fase de la desescalada. Insisten en que la diversificación económica es muy importante.
Y es que el 51% de los comercios del centro histórico de Palma estuvieron cerrados durante el mes de junio. Los residentes de la zona destacan la falta de tiendas que satisfagan sus necesidades y la subida de los precios en alimentación. Los únicos negocios que sobrevivieron fueron los que aún tienen clientela local. Un ejemplo de ello fueron los bares donde acostumbran a ir a tomar el café los vecinos del barrio.
La desescalada ha sido una oportunidad para aprovechar el espacio público por parte de los residentes. Ahora es más habitual que nunca ver a los vecinos pasear con la cesta de la compra, familias con cochecitos de bebé, niños jugando en la calle o personas mayores. Jaume Garau, secretario de Palma XXI.
Asimismo, desde la fundación pretenden recuperar la ciudad que era Palma en los años 80. Cuando aún se aprovechaba el patrimonio de la capital y se daba a conocer la obra de Miró. Para Palma XXI, la crisis del coronavirus es una oportunidad para favorecer el centro histórico para que no se acabe convirtiendo en un parque temático.