Los reyes inauguran la temporada veraniega con más incertidumbres de la historia reciente

Los reyes de España han visitado este viernes Benidorm, dentro de la gira autonómica que están celebrando tras el estado de alarma decretado por el coronavirus y para apoyar la recuperación de la actividad económica y social ante el impacto de la crisis sanitaria. Don Felipe y doña Letizia han querido con este gesto apoyar al sector turístico valenciano en un tiempo en el que nadie en el sector se atreve a dar cifras.

Y es que la evolución de la pandemia mantiene todas previsiones en el aire en un ambiente de incertidumbre generalizada. Mientras los hoteles de Benidorm y la Costa Blanca han abierto al 80 % de su capacidad, desde los apartamentos turísticos dan la temporada por perdida con un 35 % de ocupación y a pesar de que se hayan abierto las fronteras y el aeropuerto Alicante-Elche tenga programados para este fin de semana 260 vuelos.

Miguel Ángel Sotillos, presidente de la Asociación de Empresas Gestoras de Alquileres Turísticos de la Costa Blanca (APTUR), destaca que la "posibilidad en los cambios normativos" por parte del Gobierno y las restricciones de aforos en cuestiones como las piscinas, hacen recelar al cliente y las reservas "se hacen al minuto", ha explicado en Hoy por Hoy Alicante. "Hay miedo a posibles rebrotes", destaca el presidente de APTUR que también alerta de que cerrarán muchas empresas si no hay un fuerte repunte de la demanda extranjera en otoño y Navidad que supla la falta de movimiento por parte del turista nacional.

Por cierto, que Sotillos ha lamentado que "ningún empresario de Benidorm" haya sido invitado al encuentro que los reyes han mantenido con la Confederación Empresarial Valenciana y representantes sindicales.

Otro sector que afronta este verano sin respuestas y con infinidad de dudas sobre el futuro es el de la pequeña y mediana empresa de la provincia. El secretario general de FACPYME, Francisco Rovira, ha explicado también en Hoy por Hoy Alicante que el consumidor todavía tiene una falta de confianza de salir por miedo al contagio, algo que afecta gravemente a la reactivación económica.

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Además, la dificultad de acceso a la financiación, las garantías personales que se han pedido para los préstamos ICO o los altos precios de los locales comerciales, han provocado que muchos establecimientos no hayan abierto aún sus puertas o que hayan colgado el cartel de se traspasa o se alquila. No pueden, por lo tanto, dice, hacer todavía una estimación de cuál ha sido el impacto real de la crisis en el comercio alicantino. Eso lo dejan ya para después del verano, especifica Rovira.

Los comercios pequeños y familiares de los sectores de textil, calzado y complementos han sido los más afectados. Las rebajas han empezado "muy flojitas y tenemos todos los indicadores en contra", concluye.