Una ofrenda por el fin de la pandemia
La tradicional ofrenda floral a Santa María La Mayor en el día de San pedro y San Pablo se ha celebrado en el interior de la catedral como una rogativa
Burgos
La celebración oficial de la festividad de San Pedro y San Pablo se ha reducido a una ceremonia religiosa en el interior de la Catedral de Burgos con la asistencia de algo más de 200 personas y cerrada al público en general.
La crisis sanitaria de la COVID-19 ha obligado a suspender todo el programa de la fiesta mayor de la ciudad, que se ha restringido a la misa en el altar mayor de la seo burgalesa, presidida por el arzobispo, Fidel Herráez, y una ofrenda de flores ante la imagen de Santa María La Mayor en el trascoro.
La Diócesis Católica ha planteado esta ofrenda, que tradicionalmente se celebra desde 1954 de forma multitudinaria en la Plaza del Rey San Fernando, como una rogativa por el fin de la pandemia.
La Casa de la Iglesia ha distribuido 184 invitaciones como aforo máximo para asistir al acto, situados en sillas en las naves laterales del templo. En la nave central, la representación institucional y representantes de las peñas, agrupación de blusas y sociedades culturales y recreativas.
Tras la celebración eucarística, ha tenido lugar la ofrenda floral, las palabras de las reinas infantil y mayor y la interpretación del Himno a Burgos con el que ha concluido el acto.