La industria auxiliar aeronáutica prevé perder más de la mitad de sus empleos antes de final de año

Cádiz

Una enorme crisis azota al sector aeronáutico. La radical reducción de los vuelos derivada del cierre de fronteras a causa de la pandemia ha hecho que las flotas se queden en tierra, que los aviones no despeguen por la falta de pasajeros y, por tanto, la carga de trabajo para empresas como Airbus haya caído hasta mínimos históricos.

La primera consecuencia llegó en forma de reajustes de plantilla que abocaron a la multinacional a aplicar ERTE en plantas como la de Puerto Real o el Centro Bahía de Cádiz, en El Puerto de Santa María, donde recientemente se ha endurecido aumentando los trabajadores afectados de 44 a 137 y dejando de renovar los contratos de obras y servicios y al personal eventual.

Esa merma en los encargos se venía produciendo desde antes incluso del estallido del coronavirus en Europa, entre otras cosas, por la inestabilidad que generaron varios accidentes que sufrieron algunos modelos de Boeing al inicio de 2020. De hecho, el CBC del Puerto ya notó la reducción de su carga de trabajo militar y, en consecuencia, a principios de año la industria auxiliar aeronáutica perdió un tercio de su plantilla, formada por 1.500 trabajadores aproximadamente.

El escenario actual es demoledor, pero el que se avecina, según la patronal de la industria auxiliar del sector es terrorífico. Radio Cádiz ha tenido acceso a los datos de un informe que prevé la pérdida de más de 500 empleos en la industria auxiliar gaditana entre septiembre y final de año.

Son cifras que ha estimado el Consejo Aeronáutico Gaditano, organización que agrupa a las empresas auxiliares dedicadas a la aeronáutica. El documento, que será enviado a la Confederación de Empresarios de Andalucía y posteriormente a la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio para poner de manifiesto la situación de extrema gravedad del sector, considera que el fin de los ERTE y la poca carga de trabajo será la puntilla para muchas pymes que se verán obligadas a cerrar definitivamente.

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El presidente del consejo, Antonio Conde, asegura que "ya hay empresas de la zona que están preparando los trámites para cerrar", y alerta que, tras el fin de los ERTE en septiembre, "si después no hay una llegada carga de trabajo, lo que vendrán serán despidos objetivos por la falta de trabajo".

"Si ya arrancamos 2020 con una plantilla global de 1.500 personas en todo el sector, con las bajadas de producción se podía hablar de unas mil personas y, si los cálculos no fallan, las 1.000 personas que habitualmente restan podrían verse reducidas en más de un 50%"

Conde ha destacado además que los ERTE que aplicó la industria auxiliar no fueron por fuerza mayor, sino los habituales, los que se rigen por los artículos 22 y 23 del Estatuto de los Trabajadores con lo que, "al llegar septiembre, las empresas tendrán que ver qué hacer con sus empleados".

La estimación de la patronal se fundamenta en que, una vez desaparezca la protección que brindan los expedientes temporales de regulación de empleo, extendidos hasta el final del verano, los empresarios no tendrán ninguna herramienta para mantener a sus empleados si los encargos continúan tan parados como lo están ahora mismo". Las empresas registrarán una carencia de trabajo de tal magnitud que la única salida que tendrán será la de llevar a cabo "despidos objetivos por falta de facturación".

Si la estimación se cumple, el tejido empresarial auxiliar de la provincia de Cádiz habrá perdido dos tercios de su plantilla en tan solo un año. De 1.500 empleos a menos de 500 en un ejercicio anual.

La patronal reclama "ayuda para que este sector se pueda mantener vivo o, por lo menos, en vida latente hasta que pase la crisis", apunta su presidente, quien ha solicitado al gobierno central que articule un paquete de medidas de apoyo a la compra de aviones, similar al puesto en marcha para el sector de la automoción, para fomentar que las aerolíneas los adquieran.

"Si no se apoya a la compañías aéreas para que compren aviones, no los compran, y si no los compran no hay trabajo", ha apostillado Conde, al tiempo que ha subrayado que es esencial que "un sector tan tecnificado y sofisticado pueda seguir funcionando, aunque sea a medio gas". De lo contrario, y si se produce un cierre masivo, "no habrá posibilidades de recuperación después".