Una remontada inolvidable
Valencia Basket anota cinco triples en los últimos cuatro minutos y depende de sí mismo para ser primero de grupo
Valencia
Como ya le sucediera ante el Real Madrid, Valencia Basket no estuvo al nivel mínimo exigible en defensa durante el primer cuarto. Lento en los cambios tras pick and roll, despistado en varios estáticos, permitiendo a San Pablo Burgos elevados porcentajes de dos (75%) y de tres (50%). El resultado fue volver a encajar una cantidad de puntos escandalosa (27) para un equipo que, fundamentalmente, vive de la seriedad atrás. El ataque tampoco fue para tirar cohetes. Lo más destacable, tres rápidas transiciones lideradas por Van Rossom que propiciaron un parcial de 6-0. Poca cosa para una plantilla de Euroliga.
En su habitual afán integrador, Ponsarnau inventó una extraña rotación con Motum para iniciar el segundo periodo. El australiano recibió dos tapones en los dos únicos balones que tocó y volvió al banquillo rápidamente. No fue la única sorpresa en el plan de partido del técnico taronja. Abalde no apareció hasta que Valencia se encontró con el agua al cuello (29-44 a 3:51 para el descanso). La irrupción del gallego -uno de los mejores jugadores de esta fase final de la Liga Endesa- coincidió con dos triples consecutivos de Benite que disparaban a Burgos en el electrónico (29-47). La defensa del anfitrión en los veinte minutos iniciales fue casi tan penosa como la gestión de personales. Tres faltas en dos cuartos, encajando 51 puntos. Un desastre.
La presión de arranque tras el intermedio fue un presagio de lo que estaba por venir. Sam apretó tanto a Fitipaldo que Salvó mandó la pelota directamente fuera. Afortunadamente, Valencia Basket había decidido empezar a morder. El problema, como suele suceder en equipos con pocas virtudes físicas, es que a los tres minutos del tercer cuarto ya se habían metido en bonus. En ataque, lo de todo el torneo. Abalde y, sobre todo, Tobey. Alberto adelantó a Colom como base de rotación y el americano se marchaba hasta los 15 puntos a la conclusión del tercer cuarto (58-67). El equipo de Ponsarnau -con un espeluznante 30% en tiros de campo- se mantenía vivo gracias a sus 14 rebotes ofensivos.
La deriva de la noche seguía siendo muy preocupante en la recta final. Burgos diez arriba (68-78) cuando restaban 5:39 para el bocinazo. Ponsarnau apostaba por un cinco muy físico y con capacidad para anotar de tres con Van Rossom, Abalde, Doornekamp y Tobey. El equipo hizo click. Con un primer parcial 7-0, se metió en el partido (75-78). La locura final hizo el resto. San Pablo ya no tuvo piernas para defender el estático taronja y, aunque Fitipaldo dio un golpe sobre la mesa con un inverosímil 3+1 a falta de 1:03, Doornekamp y Loyd sellaron una victoria de locura. Los abrazos de Juan Roig y Paco Raga en el palco de La Fonteta así lo atestiguaban. Todavía lejos del mejor nivel, Valencia puede acabar primero en este grupo B de infarto si el viernes se impone a Gran Canaria. El baloncesto puede ser maravilloso.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia