Aplausos también para los carteros

Bilbao

Verano y COVID son la tormenta perfecta que amenaza la participación el 12 de julio.

El antídoto en el que confían Gobierno y partidos es el voto por correo. Hasta ahora, pueden ser optimistas. El número de solicitudes supera las 84.000, el doble que hace cuatro años y eso que hasta el día 2 hay tiempo. Si han escuchado que las solicitudes se han multiplicado por cinco, no es así, comparan solicitudes con votos realmente tramitados. Y es que entre errores, problemas con los envíos, dificultades para encontrar al elector o la pereza de este para volver a Correos a votar, muchos sufragios se quedaban por el camino.

Este año puede que no tantos. Ayer Correos empezó a entregar sobres y papeletas y personalmente comprobé los cambios acordados por la COVID-19. La misma cartera que me trajo los papeletas, ahora fedataria, esperó en la puerta unos minutos y con buena dosis de paciencia y el mínimo contacto, se fue de allí con mi voto y ahorrándome la tradicional espera. Me reconcilié con el voto por correo. Por primera vez en años.

A ver si pueden decir lo mismo los mayores de las residencias y los que viven fuera. Esos lo tienen mas compliado.