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¿Abrazamos o empujamos a Sonorama Ribera?

Cinco personalidades ajenas a la organización analizan el festival y la influencia que tiene sobre la capital de la Ribera

Imagen de uno de los conciertos de la pasada edición / Cadena SER

Imagen de uno de los conciertos de la pasada edición

Aranda de Duero

Sonorama Ribera se ha convertido en un festival de gran formato que exporta la imagen de Aranda por España. Con 23 ediciones a sus espaldas, hoy día acoge más de 150 grupos durante varias jornadas y permite que sean miles los visitantes que llegan hasta la capital de la Ribera, para hacer gasto en sus establecimientos y consumir sus productos más codiciados, como son el vino y el lechazo.

Sonorama ha tenido que salir al paso en las últimas horas con un comunicado; no termina de entender por qué no es profeta en su tierra. Por qué se le somete a un tercer grado en cada acto. Recientemente se anunciaba el ciclo de conciertos Viva la Vida, que tendrá lugar en 40 ciudades españolas. Aranda es una de ellas -la única no capital de provincia- y probablemente también la única en la que se haya puesto trabas.

Desde Podemos Aranda, por ejemplo, se ha criticado la poca información sobre el destino de los 80.000€ que van directos desde el consistorio al festival, en un año en el que no se va a celebrar como tal este acto. “No queremos poner en riesgo a Sonorama pero tampoco poner 80.000€ a fondo perdido, cómo explicamos a otras asociaciones que van a percibir menos dinero por no hacer todas sus actividades y aquí dar todo ese dinero”, asegura su concejal Andrés Gonzalo.

Este miércoles, en nuestro tiempo de Hoy por Hoy, hemos realizado una mesa de debate de lo que significa Sonorama para Aranda desde diversos perfiles, desde personas que no forman parte de la organización del festival. Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino, Rafa Miquel, directivo de ASOHAR, Emilio Berzosa, concejal de festejos y juventud del ayuntamiento ribereño, y Rebeca Ruano, jefa de comunicación de la DO Ribera, han estado presentes en la misma mientras la presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro de Aranda rechazó su participación tras deliberarlo con su junta directiva.

“Siempre se ha dicho que en pueblo pequeño problema grande, yo he vivido situaciones en las que otras ciudades querían llevarse Sonorama, y gracias a lo que tienen Aranda y los arandinos provoca que no pueda irse a otro sitio. Aranda y más ahora no pueden permitirse ese lujo de perder un motor económico que dinamiza el verano, ahora agosto es uno de los meses más importantes y ya no solo hablo de la restauración; hoteles, tiendas, alquileres… Eso es generar economía y empleo. A Sonorama hay que cuidarle y apoyarle”, cuenta Emilio Berzosa.

Desde ASOHAR, Miquel asegura que “esto es solo un concepto solo de Aranda, es de toda la Ribera”. “Nosotros tenemos asadores con muchos empleados pero no voy a eso; la visión de que es solo cuatro días se ha hundido. Sonorama es todo un año de promoción. Los que hemos trabajado en marketing sabemos que esas campañas nos podrían costar cientos de miles de euros, y nos cuesta lo que nos cuesta. La visión de que es para cuatro asadores no es correcta, puede preguntarse a más locales hosteleros de Aranda, y desde ASOHAR vamos a emitir un comunicado de apoyo al festivala”, añade.

El apellido de Sonorama es Ribera. Porque la DO es embajadora en su propia tierra. Y así lo escenifica Rebeca Ruano, jefa de comunicación del Consejo Regulador. “Tenemos un compromiso muy fuerte porque tenemos que agradecer que nos hayan ayudado tanto a poner a la Ribera en el mapa internacional. Admiro al equipo de Art de Troya, Sonorama es un éxito pero esta gente ha trabajado muchos años para llegar hasta aquí… Pero sobre todo con un amor incondicional hacia su pueblo. Yo no soy de Aranda pero me enorgullece que nos hayan puesto en el mapa. Aranda en agosto no era nada referencial, pero ellos consiguieron que fuera un destino privilegiado compitiendo contra otros destinos atractivos. La crítica siempre va a estar”, asevera.

Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino, también aporta la visión desde el lado enoturístico y reitera que el festival es mucho más que eso, un festival. “Sonorama está aquí porque es una apuesta personal suya. Promocionalmente no hay un evento que pueda ponernos en el mapa como este. Pero es que hay que decir más cosas, Sonorama es solidario, ayuda a asociaciones como AFAR, ASADEMA; más de diez o quince asociaciones… Ahí tienes el hospital de campaña. Aquí también tenemos que ayudarnos unos a otros. La iglesia de Santa María ha recibido una ayuda por parte de Art de Troya. Si nos abren sus puertas, nos dan bonos más económicos, eso también tenemos que verlo, y es que encima son reivindicativos. Por la España Vaciada, por las infraestructuras…”, destaca.

Muchas opiniones en resumen, pero una idea en común. Sonorama es mucho más que un festival. Es un evento que pone en el mapa a la ciudad y a su comarca. Que la llena de turistas y beneficia a gran parte de sus comercios y por ende ciudadanos. La pregunta es… Después de reflexionar, ¿abrazamos o empujamos a Sonorama Ribera?

En el audio que encabeza el artículo puede reproducirse la mesa de debate al completo.

SONORAMA 24 JUNIO 2020

44:04

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