El asesino de Mónica Berlanas está acusado de intentar matar a su suegro desde la cárcel

Ávila

El 30 de junio volverá a sentarse en el banquillo Jonathan de la Fuente, el asesino de Mónica Berlanas. La Audiencia Provincial de Segovia abrirá juicio oral contra él para esclarecer si intentó contratar a alguien para que matara al padre de su ex mujer, unos meses después de su asesinato y cuando estaba en prisión provisional en una cárcel de Segovia.

La portavoz de la familia de Mónica Berlanas, Concha Guardado, en declaraciones a Ser Ávila ha explicado que "se le va a juzgar por un intento de homicidio, porque todavía no se ha demostrado que fuera un intento de asesinato, contra la persona del padre de la que era su mujer, desde la carcel, ordenando ese homicidio a otro preso que estaba en permiso carcelario".

Según Concha Guardado, la familia considera que se puede hablar de intento de asesinato porque "supuestamente este individuo conoció al otro preso en la enfermería de la cárcel y desde ahí mantuvieron contacto y se prometió una recompensa, que por eso pensamos que es un intento de asesinato porque concurre la circunstancia del precio". 

Jonathan de la Fuente cumple una condena de 25 años por el asesinato de su ex mujer, Mónica Berlanas, cometido en octubre de 2016 en Arévalo. Se le condenó por asesinato con alevosía, con la concurrencia de las agravantes de parentesco y de género. La Audiencia Provincial de Ávila le impuso una pena de 26 años de cárcel pero fue rebajada a 25 por el Tribunal Superior de Justicia de Burgos.

Mónica Berlanas tenía 33 años cuando fue degollada por Jonathan de la Fuente, del que estaba separándose. Ya no vivían juntos pero él visitaba a sus dos hijas, ambas muy pequeñas. El 6 de octubre de 2016, en una de esas visitas, entró en el domicilio familiar y mató a Mónica en presencia de la mayor de las hijas que entonces tenía tres años.

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Los padres de Mónica Berlanas se han hecho cargo de sus dos hijas que tenían. La portavoz de la familia dice que tienen miedo de lo que pueda ocurrir cuando Jonathan de la Fuente salga de la cárcel. La famiia había pedido que se le condenara a mantenerse alejado 10 kilómetros del lugar donde residan sus hijas y sus suegros. Pero la sentencia redujo la distancia de alejamiento a 500 metros.  "A 500 metros tú a una persona la ves, y la puedes hacer mucho daño, y si vives en el mismo pueblo de qué manera sales tú a la puerta de la casa sin miedo", se lamenta Concha Guardado.