El Ayuntamiento de Guardo vuelve a manos del PP

Guardo

Moción de censura en tiempos de pandemia. Así se podría titular la película que se ha vivido esta mañana en Guardo (Palencia). El pleno del Ayuntamiento norteño ha certificado el acuerdo entre PP y Cs que ha devuelto la alcaldía a Juan Jesús Blanco, del PP cargo que ha venido ostentando durante 12 años. en el otro lado queda la socialista Gemma San Félix que, con tan sólo un año en el cargo, ha tenido que entregar el bastón de mando a Blanco. 

En medio de un aforo limitado por las circunstancias, algunos representantes políticos que han acudido hasta Guardo para presenciar el pleno, se han quedado con las ganas. La seguridad manda y se han quedado a las puertas de la sesión. Sí lograba acceder la secretaria provincial de los socialistas, Miriam Andrés, que con su presencia ha querido apoyar a la alcaldesa desbancada.

Otros representantes del PSOE no han podido acceder, al igual que integrantes del PP como la alcaldesa de Aguilar, María José Ortega, Urbano Alonso, diputado provincial popular o Gonzalo Pérez Ibáñez, ex alcalde de Velilla del Río Carrión que también, a título particular, ha 'coqueteado' en los medios con la posibilidad de promover una moción de censura en su municipio. Por Ciudadanos también se ha visto a Juan Cruz Vidal y a la concejal de Venta de Baños Milagros Bodero.

Lo demás es letra sabida. La nota diferente: la pancarta desplegada por concejales socialistas pidiendo un pediatra para la zona de Guardo. La crónica de un relevo anunciado. Una alcaldesa que pasa a la oposición y que se mantiene en su discurso de que detrás de la moción hay "intereses particulares". Enfrente un portavoz que retorna a la alcaldía y que mantiene que lo que hay es un "desgobierno". Y en medio, la pieza clave, Ciudadanos, que apoyó a la hasta ahora alcaldesa para su investidura y que ahora cambia de rumbo argumentando la mala gestión municipal. El PSOE habla de traición y el PP de consciencia de que el consistorio no funcionaba por falta de iniciativas. Después de la pandemia vino la tormenta. Al menos así ha sido en Guardo.