Briego: Tradición, calidad y unidad

Aranda de Duero

Abrimos en el día de hoy nuestro balcón, y junto al apoyo del Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero somos testigos de cómo en Fompedraza, un pequeño pueblo de Valladolid con tradición vitivinícola, se forjan unos vinos de pura calidad en Bodegas Briego. Los hermanos Benito Hernando; Gaspar, Javier y Fernando han desarrollado su proyecto durante estos últimos años. El último de ellos nos cuenta cómo fueron sus inicios. "En Ribera del Duero todas las familias elaboraban su vino en casa, nuestro padre lo elaboraba y lo vendía en una cantina a los pueblos vecinos. Nosotros empezamos en el año 89 el proyecto en la zona de Curiel, tres años después ya decidimos empezar a elaborar los vinos, y aunque están allí los vinos, la bodegas la hicimos en Fompedraza, con una producción pequeña que se ha ido incrementando con los años", cuenta Fernando Benito.

Recuperando esa tradición que ya ejercía su padre hace 50 años, Briego sigue incrementando su rango de actuación y mejorando la calidad en sus vinos, poniendo a Fompedraza en el mapa. "Hemos pasado de 3 a 75 hectáreas, y de Curiel hemos ido subiendo en cota hacia Peñafiel y Fompedraza, por lo que tenemos cepas que están en diversos suelos, con lo que hacemos mucho juego en los vinos unificando los matices especiales de cada uno",

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Tanto trabajo, esfuerzo y constancia es garante de éxito. Por ello los vinos de Briego son muy reconocidos por su calidad y esmero, en toda la Ribera del Duero. "Tenemos una gama amplia pero la gama inicial mezcla valle con páramo, una selección con las mejores viñas, y luego hacemos dos especiales, con uva con personalidad y estructura, con un matiz muy personal", especifica Fernando.

Y es que a la hora de brindar es difícil elegir, con un Briego en la mesa cualquiera se puede decidir… A Fernando también le cuesta, pero lo hace. "Me quedo con el Briego Fiel porque es una reconstrucción de los grandes reservas, tiene cuerpo estructura y la complejidad de la mezcla de las uvas, es lo que cualquiera buscaría en un Ribera de alto perfil", sentencia el bodeguero.

Por todo ello, con un Briego en la mano es digno recordar, que con un gran vino en la mano, los mejores momentos van a llegar.

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