La desescalada educativa arranca con menos del 50% de los alumnos en clase

Gijón

Han tenido que esperar 83 días pero, dos meses y medio después, ha vuelto el ruido a las aulas. Los alumnos de segundo de Bachillerato que tienen que preparar la prueba de la EBAU, los de cuarto de ESO que necesitan refuerzo y los de ciclo superior de FP han retornado, de forma voluntaria a clase. Los centros seguían siendo los mismos pero algunas cosas han cambiado. Hay distancia de seguridad, geles y menos compañeros por clase. Es, más o menos, un ensayo para empezar a vislumbrar lo que será el próximo curso. Algunos reconocían sentirse extraños.

Educación trabaja desde hace semanas en el diseño de planes para tres escenarios posibles a partir de septiembre: la presencia total de alumnado y profesorado en los centros, la asistencia parcial y un modelo de docencia íntegramente telemática, que sea adoptaría solo en caso de un nuevo confinamiento por el rebrote de la pandemia. La directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas, Ana Isabel López Isla, ha reconocido que es "normal" sentir miedo.

Por el momento, hasta que finalice este curso, el próximo 23 de junio, las ratios de estudiantes por aula bajan hasta un máximo de 15, un número que será incluso más bajo cuando los espacios disponibles no permitan respetar la distancia interpersonal de dos metros. Una de los cambios más llamativos será el uso de la mascarilla en el aula. Juan Carlos Ayllón, director del Instituto Jovellanos.

Los institutos han recibido un número ligeramente inferior de estudiantes de lo previsto. En principio, se esperaba la reincorporación de 2.218 alumnos de segundo de Bachillerato (el 44,61% del total de matriculados en este nivel), 577 de cuarto de ESO (el 11,35%) y en torno a 270 de FP (el 8% del total).