Diario del Covid
Hoy por Hoy Córdoba. Firma de opinión de Juana Castro: "Diario del Covid"
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Córdoba
Después de los tres meses del Covid ya no somos los mismos. Al lado de la carretera solitaria las margaritas son irreconocibles, literalmente quemadas por el sol. Estamos aprendiendo a ser todos robinsones, y no nos gusta encontrarnos con nadie, por eso preferimos la mañana. Por las tardes los caminos se llenan de gimnastas que corren, de ciclistas y familias con adolescentes y niños. Hemos reducido nuestro círculo y, cuando vemos a otra persona, cruzamos de acera aunque ambos vayamos con la mascarilla puesta.
La soledad era algo que se buscaba sólo para los momentos de escribir, de pintar o leer. Ahora queremos ir y estar siempre solos. Nos volvemos ligeros y libres a campo abierto, a solas con nosotros mismos. La figura humana, entrevista a lo lejos, es una amenaza, y si pudiéramos echaríamos a volar como los pájaros. Lleva mascarilla, no lleva mascarilla, mejor cambiar de acera y no decir ni buenos días. Las muchachas paseantes de mascotas son también robinsones, o mejor eremitas que no necesitan a nadie, les basta con sus perros.
Quizá, cuando acabe la pandemia, todos seamos de verdad robinsones. Islas. Y como la pandemia no parece que vaya a terminar, quizá el miedo se instale para siempre en las almas y los cuerpos de las gentes. Una raza de autistas.