Había una vez... un circo varado en Torrellas por culpa de una pandemia
Funambulistas, trapecistas, pasayos o magos, han cambiado estos días los trajes de función por otros de faena para recoger la fruta o ayudar en las labores de limpieza y mantenimiento del pueblo
Carpa de circo / GETTY IMAGES
Zaragoza
En la localidad de Torrellas (Zaragoza) se encuentra 'varado' el circo Stellar, parado allí desde que se inciara la pandemia.
Funambulistas, trapecistas, pasayos o magos, han cambiado estos días los trajes de función por otros de faena para recoger la fruta o ayudar en las labores de limpieza y mantenimiento del pueblo.
Camiones del Circo Stellar aparcados en Torrellas / Eva Sánchez
Camiones del Circo Stellar aparcados en Torrellas / Eva Sánchez
En esta ocasión, el espectáculo no ha podido continuar. Dos conocidos circos, Holiday y Stellar, tienen sus almacenes en Torrellas, de donde procede la familia de los Sacristán, empresarios del espectáculo afincados en Torrellas desde hace más de dos décadas.
Cuando se anunció el estado de alarma, la caravana de 15 trailers del Stellar se puso en camino para pasar el confinamiento en el pueblo. "Nos pilló en Pamplona. Como tenemos los almacenes aquí en Torrellas, decidimos venirnos, mejor que estar parados en cualquier ciudad", explica Ramón Sacristán, gerente del circo.
Los dos circos de la familia están en la primera línea del espectáculo circense en España. El Holiday con un función más tradicional y el Stellar que lleva un espectáculo muy moderno, al estilo del Circo del Sol. "Somos 32 personas en la familia del Circo Stellar, es más moderno, con un espectáculo con pista elevada, más tematizado".
Entre los miembros del Stellar hay "equilibristas, funanbulistas, trapecistas, gimnastas, magos, payasos, alambristas, rueda de la muerte... e, incluso, domadores cuando existían los animales en el circo", algo que ahora no hay.
La actividad circense está completamente paralizada y la familia del Stellar se encuentra en ERTE. Esperan poder volver a trabajar en el mes de julio después de cancelar todas las funciones que tenían cerradas hasta el próximo año.
Pero ellos, aseguran, son gente inquieta, han cambiado estas semanas la pista por otras faenas "la recogida de fruta o ayudar en las tareas del Ayuntamiento. Hay que sobrevivir en la pandemia y cambiar los trajes de gala por el mono de trabajo".
Además del circo, la empresa trabaja en la instalación de carpas y escenarios así como producción de grandes eventos, una industria que también está paralizada.
Mientras esperan que la carpa se pueda volver a levantar y continúe el espectáculo, pasan esta pandemia en Torrellas, donde, además, están encantados con esta familia del circo que se ha remangado para ayudar allí donde hacía falta.
