"Por favor, no nos abandonen"

Sevilla

Españoles que viajaron a Perú, peruanos residentes en nuestro país -más de 300 personas según algunas fuentes- están desde que empezó el cierre de fronteras, bloqueados en el país sudamericano.

Hemos visto en redes sociales a las puertas de la Embajada de España en Lima a muchos de ellos manifestándose. Reclaman un último vuelo humanitario. Se están quedando sin recursos, medicamentos y perdiendo el trabajo en nuestro país.

Es el caso de un matrimonio con doble nacionalidad residente en Sevilla desde hace veinte años. Son Dany Reque Abanto y su marido Neil Rodríguez Pajuelo. Tienen dos hijos de poco más de veinte años que les esperan en Sevilla.

Cuando se produjo el cierre de fronteras, la agencia donde compraron los billetes se puso en contacto con ellos para que apuntaran sus nombres en un registro de viajeros. Luego, llamaron a la Embajada española en Lima. Allí, les pidieron que se apuntaran en otro formulario que recibieron en su correo electrónico como españoles, y que esperaran su llamada. Siguen esperando.

Como ellos hay más de 300 personas esperando volver en Perú. El caso de este matrimonio es aún más complicado porque se encuentran en Chimbote a 450 kilómetro de Lima. En Perú viven bajo "toque de queda". Eso significa que no puedes moverte libremente por el país. Necesitan un salvoconducto que te debe dar el consulado para poder trasladarte hasta la capital. Salvoconducto que no les dan, sin el vuelo.

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Dany llamaba por teléfono, escribía mensajes en Twitter y así supo que había muchos más en su situación. Han creado un grupo de WhatsApp que suma ya 350 personas. Necesitan que Gobierno español que llegue a un acuerdo con el Gobierno peruano para poder sacarlos de allí en un vuelo humanitario.

Mientras tanto, la realidad no se detiene. El marido de Dany es empleado en una gasolinera. Su jefe ya le ha avisado de que no puede esperar más y que será uno de los empleados que vayan a un ERTE.

Al igual que este matrimonio residente en Sevilla, los demás españoles allí encerrados, viven el miedo al contagio sumado a la desesperación de no poder volver a casa, perder sus trabajos, quedarse sin dinero y sobre todo, la incertidumbre de no saber cuándo y cómo acabará la pesadilla.

Piden que el Gobierno de España recuerde que es el Gobierno de todos los españoles, incluidos los que se quedaron fuera cuando llegó la pandemia.