Caída del 4,1 % del PIB navarro en el primer trimestre, "la punta del iceberg", según Elma Saiz
La consejera de Economía prevé que en los próximos meses el desplome de la actividad superará "ampliamente" este porcentaje
El PIB ha caído en Navarra entre enero y marzo un 4,1 % respecto al trimestre anterior, "una contracción sin precedentes", y en términos interanuales un 2,8 %, cifras que muestran la "punta del iceberg" y que hacen prever que habrá que esperar hasta 2022 para alcanzar el nivel de actividad de 2019.
"Se trabaja con un escenario que prevé una contracción del PIB de entre el 6,4 y el 9 % durante 2020", según la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, quien ha sostenido que la magnitud de la caída del PIB refleja "las tremendas consecuencias" de la pandemia en la actividad económica, ya que hasta febrero los indicadores dibujaban una senda de crecimiento estable.
Ese dato, ha dicho en rueda de prensa, es "un anticipo de lo que podemos esperar para el próximo trimestre con la actividad prácticamente en mínimos por lo menos hasta el 9 de mayo, fecha de la última prórroga del estado de alarma".
CAÍDA SIN PRECEDENTES
En marzo se ha reflejado una caída "sin precedentes" en indicadores tanto de oferta como de demanda. Así, ha dicho, al descenso de las pernoctaciones hoteleras (62,5 %) y al tráfico de vehículos por autopista (45,3 %), hay que sumar la caída de un 48,9 % en la producción de turismos y de un 3 % en el consumo eléctrico. Todo ello, ha apuntado, anticipa un fuerte descenso en la industria y los servicios.
Desde la óptica de la demanda, se han desplomado las matriculaciones un 68,5 % y el índice del comercio al por menor ha retrocedido un 14 %, indicadores que "avisan de un importante parón del consumo".
La COVID-19 ha incidido igualmente en el empleo con una pérdida de 6.917 afiliados a la Seguridad Social, que sitúa la tasa en negativo, con un descenso del 1 %.
Servicios y dentro de estos ramas como hostelería y comercio y construcción son los más afectados por la destrucción de empleo, mientras que en la industria manufacturera el impacto ha sido más moderado, al verse mitigado por los ERTE que afectan a más del 40 % y que hacen que los trabajadores afectados por ellos continúen afiliados a la Seguridad Social.
En Navarra desde que se decretó el estado de alarma se han tramitado más de 6.500 ERTE que afectan a casi 56.000 trabajadores y el paro ha aumentado en 3.200 personas, una dato especialmente negativo porque además, ha indicado, afecta a los colectivos más desfavorecidos.
No obstante y "a pesar de los malos datos", ha resaltado que Navarra junto con el País Vasco y Baleares es donde menos empleo se ha destruido en marzo, un 2,4 % respecto al mes anterior
LA HORQUILLA PREVISTA POR EL GOBIERNO
Consciente de que las incertidumbre hacen "imposible realizar previsiones estables, los escenarios que baraja el Gobierno Foral se mueven en una contracción del PIB de entre el 6,4 y 9 % este año dependiendo de la intensidad de contracción en el segundo trimestre y el ritmo de recuperación. Previsiblemente habrá que "esperar hasta 2022 para alcanzar el nivel de actividad de 2019", ha augurado.
En ese sentido ha apuntado que las limitaciones que afectarán al desarrollo de actividad como la hostelería, el turismo, los servicios deportivos y culturales, el parón del comercio internacional, la pérdida de empleo o el debilitamiento del consumo van a dificultar la reactivación.
En ese contexto Navarra, ha valorado, cuenta con elementos estructurales que podrían marcar diferencial respecto a otras regiones como una menor dependencia del turismo y hostelería, un elevado peso del sector industrial, un mercado laboral fuerte y un mayor nivel de riqueza de la población que podrían "mitigar las consecuencias de la pandemia y contribuir a una recuperación más rápida".