"Entre cerrar y sobrevivir, he elegido sobrevivir"

Huelva

Antonio Rebollo sabe lo que es sobrevivir a una crisis y reinventarse. Vivió la recesión económica de 1991, antes del boom del ladrillo; la de 2008, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y ahora ésta, derivada de la crisis sanitaria causada por el Covid-19.

Desde hace seis años regenta con su mujer una tienda de desavío en el centro de Huelva. A este negocio llegó expulsado de la crisis de la construcción y sorteando el paro. Pero su profesión es en realidad la de carpintero y, como tal, ha participado en numerosas construcciones e incluso en reformas de numerosos hoteles de la provincia, antes de que la crisis hiciera añicos su empleo.

En la puerta de su negocio, protegido tras la mascarilla, nos cuenta que, como curtido en estas lides, él ha elegido sobrevivir. La otra opción era el cierre del negocio.

Antonio Rebollo forma parte el ejército de imprescindibles en esta crisis sanitaria. Cada mañana abre el local ubicado en la calle Pablo Rada, en pleno centro de la cuidad, -una avenida muy concurrida en circunstancias normales- consciente de que más que pasos de clientes, lo que se escucha estos días es el sonido de los pájaros. Pero ahí está, porque los autónomos tienen la piel ejercitada en la lucha y en la improvisación.

Como las ventas han bajado, se aferra a las ayudas del gobierno que este tendero valora enormemente: "Es la primera vez en la historia de la humanidad que nos han dado algo". Y ya prepara documentación para tramitarlas. De momento, con lo que da el negocio y la rebaja del alquiler que ha aceptado el propietario del local, "vamos tirando".

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Antonio Rebollo tiene dos hijas, las dos universitarias. Una de ellas aún en casa, diplomada en estudios ingleses y con varios másteres. Pero, superviviente de recesiones anteriores, no quiere dejarse doblegar por el lamento. Confía en que "salgamos pronto de esta crisis".