Desarrollan un respirador para UCI ante el COVID-19 gracias al crowdfunding
Investigadores de la UC3M y del Gregorio Marañón ya han montado las primeras unidades y ahora tendrán que probarlo en cerdos
Getafe
Los investigadores y técnicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), con campus en Getafe, Leganés y en la capital, y del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (HGUGM) han estado trabajando, a raíz de la situación desatada por el COVID-19, en el diseño y desarrollo de este nuevo prototipo de respirador y ahora están ya en un momento importante como es el de probar su efectividad en animales, proceso previo a su ensayo con humanos, además de comenzar la necesaria homologación.
Una vez finalizado el montaje de las primeras unidades del prototipo comenzará la prueba y su validación en cerdos. En paralelo se ha iniciado el proceso de homologación de la Comunidad de Madrid, según la normativa vigente y siguiendo los procedimientos establecidos por la Agencia Española de Medicamentos y Equipos Sanitarios. Con la puesta en operación real de las primeras unidades también se avanzará en el marcado CE, ampliando así su homologación internacional y permitiendo que puedan ser útiles a nuestra sanidad después de la situación de urgencia actual, según nota de prensa de ambas partes.
Gracias al crowdfunding
Estos respiradores son un “un elemento imprescindible para pacientes de COVID-19 en cuidados intensivos con grave afectación pulmonar”, para quienes no son adecuados ventiladores mecánicos “como están siendo desarrollados en otras iniciativas”. Por eso, la Fundación Universidad Carlos III comenzó el pasado 1 de abril una campaña de crowdfunding para conseguir la financiación necesaria, unos 50.000 euros, cantidad que consiguieron en apenas 24 horas. Este dinero permitió completar las fases de creación y prueba de las unidades del prototipo, además de la tramitación de licencias. En la actualidad la cantidad conseguida ha superado los 67.000 euros, gracias a las donaciones de más de 1.600 particulares y de varias instituciones.
Los ventiladores previstos para situaciones de emergencia, conocidos como “ambu” automáticos o motorizados, son una solución provisional, pero no la necesaria para pacientes con tratamiento de larga duración en la UCI. En España no existe una industria suficiente dedicada a la fabricación de estos equipos y el mercado internacional no tiene oferta para cubrir las necesidades durante estos días de emergencia y los meses siguientes, según indican los investigadores.
Este proyecto podría contribuir a crear una industria nacional al respecto con cierta capacidad de producción, sobre todo pensando en otra posible oleada del virus antes de tener una vacuna. De hecho, la iniciativa está contando “con empresas que puedan estar interesadas en la fabricación de estos equipos”, concebidos para su elaboración accesible. Se quiere “proporcionar un alternativa a los respiradores de alta gama que hay en las UCIs para dar una respuesta más rápida y económica a los pacientes de COVID-19 que comparten patologías pulmonares muy delicadas”.
Estos respiradores funcionan para, con el primer equipo, “cubrir las necesidades de los pacientes con mayor afectación pulmonar que no pueden respirar por si mismos”, mientras que el segundo, la máquina “no fuerza al paciente a respirar, sino que lo acompaña a su ritmo y completa su esfuerzo, midiendo de manera permanente el flujo, el volumen y la presión del aire inhalado y espirado”. Además, realiza un control de “presión positiva al final de la espiración (PEEP)”, fundamental para estos pacientes con el fin de no dañar el pulmón. El sistema informa al personal médico, a través de una pantalla de control, de todos los parámetros del respirador e “integra una visualización de las gráficas de presión pulmonar y volumen de aire que facilitan verificar la correcta ventilación del paciente”.