Esta crisis nos puede servir de banco de pruebas

Alicante

Al margen de la responsabilidad de los papás y las mamás con las salidas de los niños, para esponjar esas salidas y facilitar la distancia social hay municipios que han decidido abrir sus parques (no sus zonas de juegos infantiles); otros sus playas (no para tomar el sol) y algunos otros han peatonalizado algunas calles.

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Ayer, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante se planteó el cierre de algunas calles al tráfico. No está mal, teniendo en cuenta que hay zonas o barrios con una densidad de población elevada y sin una zona pública amplia (tipo bulevar) a menos de un kilómetro. No solo hay que amenazar con sanciones y mano dura.

Esta crisis nos debe servir para prepararnos para esa nueva normalidad o para hacer lo que no se ha hecho hasta ahora (y me vuelvo a referir a Alicante). Es decir, para adaptarnos a las nuevas formas de movilidad que vienen con una sociedad que tiene la obligación de cumplir con los requerimientos del cambio climático.

Medidas para fomentar la vida de proximidad que se podrían mantener, si funcionan, en el futuro. Esta crisis nos puede servir de banco de pruebas.