El reto escolar de un adolescente con déficit de atención durante el confinamiento

A Coruña

Familias con niños y adolescentes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) piden adaptar el confinamiento, y las medidas tomadas en consecuencia, a la casuística de unas personas que presentan unas necesidades especiales en su día a día. Explican que la situación es especialmente delicada en la escuela, con un trabajo a distancia imposible de cumplir. Los psicólogos piden adaptar la evaluación a esta realidad.

Falta de recursos

Loly es la madre de un niño de 14 años con TDAH. Un niño que en su día a día intenta sacar adelante un curso que llevaba bien pero que se le ha hecho muy cuesta arriba. A las dificultades propias de su trastorno se suma la incapacidad de la administración, ahora y antes, de proveer de los recursos necesarios.

Loly reconoce que la situación es todavía peor para las familias más vulnerables: "Es muy muy duro sobre todo cuando no se tienen recursos o ayudas, y por recursos me refiero maneras de ayudarles… y después la lucha continua, la necesidad de profesores particulares, clases de psicoterapia o psicopedagogía, eso para personas sin recursos económicos es horrible porque una hora puede costarte 20 euros".

Los protocolos no contemplan una situación como la actual

Desde la Fundación Ingada, que provee de asistencia integral a personas afectadas por TDAH y trastornos asociados y a sus familias, explican que la situación académica es especialmente complicada, ya que el protocolo de la Xunta de 2014 no contempla una situación como la actual. Piden a los profesores y a la administración comprensión.

Claudia Balado, psicóloga de la Fundación Ingada, pide comprensión a la hora de evaluar: "La adaptación a nivel no presencial está siendo muy complicada, insistimos en la flexibilización en que los profesores valoren el esfuerzo de estos niños y niñas, más que el resultado."

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