'... Al oeste con Portugal'
El 2 de abril, el presidente del gobierno de Portugal, el socialista Antonio Costa, anunció un endurecimiento del confinamiento de la población
La Firma de Estanislao Ramírez: '... Al oeste con Portugal'
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Estimado Colega
El 2 de abril, el presidente del gobierno de Portugal, el socialista Antonio Costa, anunció un endurecimiento del confinamiento de la población, después de dos semanas en estado de emergencia con restricciones suaves y recomendaciones de prudencia a los ciudadanos.
Expuso las nuevas medidas en la Asamblea de la República, equivalente a nuestro Congreso de los Diputados, y en su turno de palabra, el líder de la oposición y presidente del partido conservador social demócrata, Rui Rio dijo:
"Señor primer ministro, cuente con la colaboración del Partido social demócrata. En todo lo que nosotros podamos, ayudaremos. Le deseo coraje, nervios de acero y mucha suerte. Porque su suerte es nuestra suerte", aclarando que "no estaba cooperando con el Partido Socialista sino con el Gobierno de Portugal, en nombre de Portugal" y mostró su predisposición a apoyar los presupuestos.
Los portugueses tienen la suerte de contar con un partido conservador cuyo líder antepone la ciudadanía a cualquier otra idea política.
Aquí no. Aquí todo lo contrario.
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, convierte cada medida sanitaria social o económica contra la pandemia en un discurso catastrofista.
Sus postulados se mimetizan cada vez más con los de vox y llega a calificar de ilegitimo al presidente del Gobierno, despreciando el artículo primero de la constitución que tanto enarbola, que declara España como un estado democrático basado en un sistema parlamentario.
Tal vez empiece a pensar que sus dos fracasos electorales, que incluyen el peor resultado de la historia del PP, y el horizonte de cuatro años en la oposición, sino ocho, le convierten en un político amortizado ya por el partido.
Creo que sería mejor que, por el bien del Partido Popular, tanto él como sus adláteres abandonasen el discurso de la crispación.
Podrían reflexionar sobre la necesidad de poner límites a esa política destructiva y empezar a pensar en todos los españoles.
El ejemplo lo tienen cerca... al oeste con Portugal.