Las alpargatas

Pamplona

Os voy a contar una cosa. Este 6 de julio lo esperaba con muchas ganas. No sólo porque cada 6 de julio se me siga poniendo la piel de gallina y me salte la lágrima mientras llevo este sonido, Gainza, a toda la audiencia de la SER desde el zaguán del Ayuntamiento de Pamplona. Este año me hacía especial ilusión porque Izar, mi hijo que ahora tiene 4 meses, iba a estrenar las alpargatas que yo no pude estrenar y que mi madre guardó con mimo tras la suspensión de los sanfermines de 1978.

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Entonces fueron los sucesos del 8 de julio y el asesinato de Germán Rodríguez. Hoy ha sido el Covid19, la enfermedad que ya se ha llevado a casi 400 navarros, la que ha obligado a que este 6 de julio no haya grito en el balcón de la tercera planta del Ayuntamiento, que no haya Gainza en el zaguán, que no haya jota en la plaza del Consejo, que no haya cohete en Santo Domingo y que Izar no estrene mis alpargatas. Pero como dice el video con el que el ayuntamiento acompañado el anuncio. Los viviremos.

Los viviremos seguro, porque los sanfermines de nuestra vida quedan siempre en nuestra memoria y en nuestra imaginación. Porque las cosas siguen pasando antes, durante y después de cada sanfermines y porque las contaremos todas aquí, en la SER.