¿Por qué está parada la negociación para renovar a Hugo Guillamón?

Valencia

Cuando empezó 2020, Hugo Guillamón tenía pie y medio fuera del Valencia. La mayoría de informes técnicos realizados sobre su situación desaconsejaban a la entidad acometer una renovación de contrato del canterano, internacional en categorías inferiores. Idéntica opinión tenían sobre él los anteriores responsables de la parcela deportiva. Tanto Mateu Alemany como Marcelino le consideraban un buen futbolista, pero sin el perfil físico necesario para jugar de central en un equipo Champions.

Con la llegada al club de la actual dirección deportiva, el escenario cambió. Tal y como informaba la Cadena SER a finales de febrero, la entidad de Mestalla trasladó a los agentes de Hugo una propuesta para renovar. En esos días, la impresión de diferentes ejecutivos en la Avenida de Suecia era que el asunto se resolvería de forma positiva. El futbolista pasaba del ostracismo (llegó a estar varios partidos sin jugar con el Mestalla en septiembre y octubre) a recibir un ofrecimiento en firme para seguir.

La oferta planteaba al jugador un marco de continuidad por una o incluso dos temporadas más. Ficha del Mestalla, pero con dinámica de primer equipo. Guillamón se ejercitaría a las órdenes de Albert Celades (o el entrenador 20/21), bajando al filial para tener minutos el fin de semana en caso de no ser convocado. La propuesta incluía asimismo una cláusula por la que el club se obligaba a hacerle ficha del primer equipo si disputaba un número determinado de partidos con el Valencia. En ese caso hipotético, también se establecía un contrato multinanual en firme para el futbolista con duración y cantidades concretas.

El ofrecimiento no ha sido aceptado por los agentes de Hugo Guillamón y no ha habido más conversaciones trascendentes. ¿Qué separa a las partes? ¿Dónde está el atasco? Todo podría resumirse en el siguiente dilema: creer o no que el canterano tiene proyección para formar parte de un Valencia de Champions League. En la dirección deportiva de Mestalla -a diferencia de lo que sucedía con los anteriores responsables del departamento- pretenden darle el beneficio de la duda al jugador con un contrato de uno o dos años. El entorno del futbolista, en cambio, piensa que ese escenario solventa la posible marcha de Hugo a corto plazo y evita un evidente desgaste de imagen a la entidad, pero no plantea un proyecto real de futuro para el chaval.

A pesar de la distancia evidente, la lógica invita a pensar que, durante o después del confinamiento, las partes volverán a sentarse. El club pretende retener al jugador y la primera prioridad de Hugo siempre ha sido el Valencia. Ambas partes tienen la responsabilidad de seguir intentándolo.

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