Julio Gallego: "Que el aplauso diario baje pronto de los balcones y nos contagie de un sentido más humano"

Linares

Varios días con el bloc abierto para escribir esta firma. Me cuesta, ahora que los acontecimientos y la situación cambian a una velocidad increible. ¿Quién pensaría a mediados de febrero la magnitud que iba a alcanzar esta epidemia hasta convertirse en pandemia? Ya sé que se han alzado voces, los falsos profetas al son de "ya lo decía yo", "no será porque no lo dije", "hemos llegado tarde", etc. Tarde ¿dónde?, en España, Italia, Francia, Alemania, USA...En este punto me pregunto: ¿no tienen transferidas las competencias en materia de sanidad las comunidades autónomas?

Pero hay algo que me preocupa, tanto o más que la pandemia, y es la actitud de una parte de la clase política y de algunos medios de comunicación que deben considerar aquello de que "la lealtad bien entendida empieza por uno mismo". Todo ello, cuando millones de españoles disciplinados permanecemos en casa, cuando miles de voluntarios se esfuerzan por echar una mano, y otros muchos miles de profesionales de todos los ámbitos desafían día a día la enfermedad por nuestro bien.

Algún día nos preguntaremos aquello que decía Kennedy: "¿Y tú, que has hecho por tu país?" Y hasta en hoy día deberíamos pensar si hemos , la humanidad, tratado mal a la vida y por eso nos pasa factura. Solo le pido a Dios y a la inteligencia humana (si aún nos queda algo), que ese aplauso diario de reconocimiento, de admiración, por qué no de amor, baje pronto de los balcones y nos contagie de sensatez, solidaridad y de un sentido más humano.

Un bichito ha descubierto nuestra fragilidad. Cuando pase esto, valoremos más nuestra libertad y lo importantes que son las pequeñas cosas diarias. ¡Ganaremos y aprenderemos! ¡Salud y suerte!