Como todos
'Diario de cuarentena', de David Perdomo.
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David Perdomo / Cadena SER
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Las Palmas de Gran Canaria
Este coronavirus nos ha recordado que en esto de la vida y la muerte todos los humanos somos iguales. Da igual si eres guapo o feo, famoso o desconocido, rico o pobre... tienes, como todos, fecha de caducidad. Aunque hay un grupo de personas que se resisten a aceptar esta ley natural de igualdad, a aceptar que son, o deberían ser, como todos: nuestros diputados.
Como buenos representantes de la ciudadanía, sus señorías también están confinados en sus casas. La crisis del COVID-19 ha paralizado la actividad del Congreso. Así, como todos los españoles, los diputados y diputadas están aburridos en casa, o teletrabajando, cuidando de sus hijos, usando más el pijama que la ropa de calle, aplaudiendo a las 19:00 horas y preocupados por la situación del país. Aunque no pueden decir que están como todos. A diferencia de la mayoría, los 350 del Congreso no están tan preocupados por sus cuentas bancarias.
A diferencia de muchos españoles, no sufrirán un ERTE ni tampoco una reducción de jornada y sueldo. Les ingresarán sus casi 3.000 euros brutos de salario, más los complementos entre ellos, el de las dietas. Los 1921 euros extra que reciben los parlamentarios de fuera de Madrid para sufragar gastos que genere su actividad en la Cámara. Una actividad que, como a todos, el coronavirus ha paralizado.
Puede parecer una minucia pero ese dinero extra que reciben por su trabajo en Madrid, que no están realizando, supone más de 600.000 euros a las arcas públicas. Un dinero que ahora muchos, tras la polémica y no la reflexión personal, han decidido donar. Algunos grupos ya daban parte de su sueldo ante de esta crisis, otros políticos lo han hecho de forma privada, pero la gran mayoría lo va a hacer por la presión popular. España, casi en su totalidad, ha salido al balcón de la opinión pública para recriminar lo insolidario que están siendo, como esos que siguen haciendo deporte por la calle en cuarentena. Lo hacen tarde, y de aquella manera, pero al menos muchos han reculado. Como todos, a veces, han necesitado un empujón.
Aunque hay algunos diputados que no se sienten como todos y se niegan a renunciar a esas dietas que no tienen justificación durante la crisis del COVID-19. Son los mismos que se declaran patriotas, que piden la unidad del país, caceroladas en los balcones contra la gestión de la crisis, solidaridad primero con los españoles y otras lindezas de las que se olvidan cuando tocan su bolsillo. Se niegan a ser como todos y arrimar el hombro cuando más lo necesitamos. Nadie les pide que, como muchos españoles, dejen de cobrar su salario, ni que sean perdonados de un desahucio por no poder pagar el alquiler, o que tengan que ir a servicios sociales para comer. Simplemente les estamos pidiendo coherencia y solidaridad. Si no lo hacen están demostrando que, como todos pensamos, hay algunas élites que no son como todos.