¿Quién debe tomar las decisiones en Paterna?

Valencia

Cuando la competición se detuvo hace dos semanas, el Mestalla ocupaba posiciones de playoff de descenso a Tercera División. Con tan solo 26 puntos en 28 partidos, el filial valencianista sentía en el cogote el aliento de los últimos clasificados. Prat (17º con 26 puntos), Hércules (18º con 25 puntos), Badalona (19º con 24 puntos) y Orihuela (colista con 23 puntos) comprimían la zona baja de tabla en el grupo III de Segunda B.

Esta semana, los compañeros de GolsMedia anunciaban la renovación del entrenador del Mestalla, Chema Sanz, hasta el 30 de junio de 2022. La noticia es, como poco, sorprendente. De confirmarse oficialmente -no hay ningún motivo para pensar que la información no sea cierta-, la continuidad del técnico se produciría en medio de una racha de CATORCE partidos sin ganar. CATORCE. El último triunfo del filial valencianista se produjo el 24 de noviembre (4-1 contra el Orihuela, actual colista). 

Una escuela de élite como la que tiene el Valencia -con mucho dinero presupuestado todas las temporadas en categorías inferiores- no puede ni debe conformarse con el argumento de tener un equipo en Segunda B para formar jugadores. Porque, además, tampoco es el caso. Ya contábamos hace semanas que la plantilla del Mestalla está compuesta por diferentes futbolistas con más de 23 años y varios cedidos de otros clubes de Segunda a los que se está fogueando en Paterna para que luego se marchen.

Según ha podido confirmar la Cadena SER, la propuesta de renovación a Sanz se produjo antes de la entrada al club del nuevo director deportivo, César Sánchez, y su equipo de trabajo. No tiene nigún sentido que decisiones fundamentales -como sin duda es la continuidad o no del técnico del Mestalla- vengan impuestas o heredadas. Si Chema Sanz tiene que renovar o irse a la calle, lo lógico es que sea César el que tenga la última palabra. Porque se trata de una decisión deportiva. ¿O no?

Paterna es una academia de máximo nivel formada por futbolistas. No es un fondo de inversiones ni un hospital. Otorgarle poder en la Ciudad Deportiva a señores que lo más redondo que han visto en su vida es una sandía no es más que una pérdida de tiempo. Y de dinero, claro. 

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