Lola Gracia: "La vida, con mayúsculas, nos está esperando"

Zaragoza

No quiero hablar del confinamiento, ni de mi débil fortaleza mental, ni de mis paranoias distópicas, ni de la sensación de irrealidad constante porque sé que la tenemos todos. Vivimos con la tecla de la pausa apretada, como cuando paramos una película para ir a la cocina y luego continuamos donde la hemos dejado, como si fuera un paréntesis. Pienso en mi paréntesis, en estos días de mirar para dentro, limpiar cristales, hurgar en el congelador y encontrar recuerdos y fotos que me asaltan desde el desorden.

Pienso en las plazas y calles de mi ciudad donde no hay nadie y la primavera que sigue imparable ahí fuera, preñando de vida a los almendros y a los cerezos en flor, y las golondrinas sobrevolando los tejados del mundo ajenas a este estado anómalo. Pienso en mi prima Pili, enfermera, y las miles de personas que lo dan todo para que nuestra reclusión sea más corta y fructífera.

Pienso en que pronto le volveremos a dar al play y acabará el paréntesis, y que quizá, la película que estábamos viendo ha tenido un giro inesperado de guion y, tal vez, la gente, el mundo o quién sea, saque conclusiones de estos tiempos tan difíciles y nos lleve, a todos, a crear otro modelo de sociedad. Porque la vida, con mayúsculas, nos está esperando.