'Lo mejor de nosotros'
En estos tiempos de incertidumbres, que no tiene precedentes en nuestra historia, encontramos elementos para la esperanza, veo a gente que a diario trabaja y lucha desde la sanidad pública, o cuidando de nuestros mayores y a las personas con discapacidad
La Firma de Miguel Alberto Díaz, Lo mejor de nosotros
02:52
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
En estos tiempos de incertidumbres, que no tiene precedentes en nuestra historia, encontramos elementos para la esperanza, veo a gente que a diario trabaja y lucha desde la sanidad pública, o cuidando de nuestros mayores y a las personas con discapacidad.
Atendiendo un supermercado o una farmacia, conduciendo un camión, un autobús o taxi, trabajando en nuestros puertos, patrullando ciudades, limpiando nuestras calles y edificios, cuidando desde los servicios sociales a la gente más débil de nuestra sociedad, a los medios de comunicación que nos informan, a nuestros representantes institucionales que están dando la cara, o las personas que cada noche elaboran el pan nuestro de cada día.
Y así miles y miles de trabajadores y trabajadoras que, de manera cotidiana, dejando a su familia en casa, realizan una labor callada para que este país no se pare y para que no nos falte de nada.
Mientras expertos científicos de todo el mundo hurgan en los tubos de ensayos en los laboratorios un remedio que llegará más pronto que tarde, para prevenir y curarnos de este invisible enemigo, buscando respuestas a esta plaga, y es cuando uno tiene debe analizar el papel que jugamos la humanidad ante la adversidad.
En estos días, he vuelto a aprender de nuestra gente, porque me he emocionado al ver la actitud de trabajadores, de sus representantes sindicales y de muchas empresas, que abordan con responsabilidad, con unidad y con grandes dosis de colaboración, este complicado escenario. Reconforta comprobar cómo, cuando el peligro acecha, sacamos valor de donde aparentemente sólo hay miedo.
Y es que pienso que más allá de la ciencia, de formulas químicas y farmacológicas, hay que poner en marcha otro remedio, otra vacuna, cuyos componentes están basados en buenas y grandes dosis de las virtudes que componen cada una de las células de la inmensa mayoría de los seres humanos.
Entre otras virtudes que integran este compuesto están la Amabilidad, la Amistad, el Amor, la Bondad, el Compañerismo, y que no falte el Compromiso, así como Confianza, la Cooperación, la Creatividad, unida a la Dignidad, la Disciplina, la Empatía o el Entusiasmo.
Que no nos fallen las Fuerzas, la Generosidad, la Gratitud, así como los conceptos de Honestidad, Integridad, Lealtad, Optimismo, Paciencia, el Perdón, la Responsabilidad, la Sabiduría, la Resistencia, el Respeto, la Valentía y el coraje.
Todo ello con un gran componente de solidaridad, que Eduardo Galeano definió como la ternura de los pueblos.
Esta es la fórmula magistral de este potente antídoto con el que nos enfrentamos a esta epidemia.
En estos momentos, ante las situaciones difíciles, el conjunto de la sociedad, cada persona demuestra lo que vale. Estoy convencido de que nuestro país, su gente está y estará a la altura de las circunstancias.
No tengáis duda, que dentro de poco veremos la calma de la tormenta, saldrá el sol y podremos estar juntos, sueño cada día en poder abrazar a mis amigos, a mi familia, poder disfrutar del arrocito de los domingos con mis nietos Adriana y Roberto, esa es la ilusión me da fuerzas y me da vida.
Hoy, más que nunca, te deseo salud, esperanza, alegría y cariño...mucho cariño