El Hospital Santos Reyes suspende toda la actividad programada
Se comunicará telefónicamente a cada paciente cómo se gestionará su caso porque algunas consultas se resolverán por teléfono, otras se reprogramarán y solo se citarán en consulta las que cada profesional considere imprescindible
De momento la comarca sigue sin contagios por el virus
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Cadena SER
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Aranda de Duero
El Hospital Santos Reyes suspende toda la actividad programada tanto en las consultas de especialidades como en quirófano y en el área diagnóstica. El objetivo es que los recursos sanitarios en la atención especializada en la comarca estén preparados para atender posibles contagios por coronavirus que, pese a no haberse producido aún, pueden aparecer en cualquier momento dado el avance de la enfermedad. La habitual concentración de numerosos pacientes en espacios limitados, como pasillos o salas de espera, que incrementa el riesgo de contagio, y la necesidad de tener camas libres por si fuera preciso ingresar pacientes infectados por la nueva enfermedad han sido los motivos por los que el Hospital comarcal ha decidido reorganizar su actividad buscando alternativas a la atención a los pacientes. Se trata de medidas todavía preventivas, porque hasta mediodía de este jueves no se ha detectado ningún contagiado en la comarca.
La medida inicial ha sido suspender prácticamente toda aquella actividad programada, con la excepción del área de Obstetricia, cuyos plazos no pueden ser alterados, los tratamientos de Oncología, dado que las instalaciones están aisladas del resto del hospital, y las pruebas TAC, dado que son fundamentales para detectar patologías que necesiten abrodarse con rapidez. Desde la tarde de este mismo jueves 12 de marzo desde el área de admisión están contactando con todos los pacientes afectados para explicar de forma personalizada cómo se gestionarán sus procesos médicos. En algunos casos la alternativa a la consulta presencial será la atención telefónica, a través de la que se podrán comunicar resultados de pruebas ya realizadas y atender y dar instrucciones en aquellos casos que no requieran la presencia física del paciente ante el médico. Los profesionales de cada área valorarán también qué pacientes pueden esperar a tener sus consultas presenciales más adelante y cuáles deben ser citados de manera más urgente por el desarrollo de su patología o enfermedad, ofreciendo a cada cual las instrucciones pertinentes.
La prioridad será atender las urgencias y las patologías cuyo desarrollo no pueda esperar a ser atendido de forma aplazada.
De esta forma se pretende minimizar el riesgo de contagios entre los pacientes que en ocasiones ni siquiera caben en algunas salas de espera y también entre el personal sanitario, que resultará imprescindible si finalmente debe dedicarse a la atención de pacientes con coronavirus. Aliviando la carga de la actividad quirúrgica el hospital también se garantiza que contará con mayor número de camas si fueran necesarios ingresos por el coronavirus, dada la situación compleja que empieza a vivir el HUBU como hospital de referencia.