La Diputación de Segovia hace hincapié en la brecha salarial en los actos del Día Internacional de la Mujer
Unas trescientas personas asistían a las actividades programadas por la Diputación Provincial en San Cristóbal
Acto central de la Diputación Provincial de Segovia con motivo del Día Internacional de la Mujer / Diputación de Segovia
Segovia
El auditorio municipal del ayuntamiento de San Cristóbal era el escenario del acto central programado por la Diputación Provincial en al Día Internacional de la Mujer. Participaban en las actividades cerca de 300 personas.
"Tenemos un doble objetivo con este acto; por un lado, concienciar en materia de igualdad a hombres y mujeres y, por otro, hacer una reclamación respecto a la brecha salarial aún existente", indicaba Miguel Ángel de Vicente, para quien "no es de recibo que por el mismo trabajo exista una retribución distinta". El presidente de la Diputación recordaba que en España aún hay una brecha salarial del 15% que "sigue siendo una forma de discriminación hacia la mujer.
Los intérpretes de Montajes en el Abismo quienes se adueñaban del escenario para representar una comedia dirigida por Verónica Pérez, escrita por Jorge Jimeno e interpretada por el propio Jimeno y Ana de la Hoz, que conseguía hacer reír a los espectadores con las ocurrencias del alcalde de Navaltortal y su expareja, Esther, la concejala de cultura. Con un cartel de las fiestas patronales algo polémico como argumento central de la pieza, la compañía traía a colación diversas cuestiones en torno a la dignidad de las mujeres, el machismo y el feminismo.
Después comenzaba una mesa redonda con la levantadora de peso, Isabel Sanz, la bombero-conductora Lola Carrasco, la folclorista Rocío Gómez, el técnico sociosanitario Juan Antonio San Juan y el enfermero Nicolás.
De este modo, mientras Isabel Sanz reclamaba una mayor igualdad hacia las mujeres entre patrocinadores y marcas y pedía "abandonar la idea general de que parecemos hombres por practicar este deporte", Rocío Gómez hacía hincapié en el problema que encuentra en su escuela a la hora de captar el interés de los chicos por bailar. Lola Carrasco, después de tres décadas en la profesión, reconocía que "a veces sientes las miradas sobre ti", pero que "con profesionalidad y mucha formación vas demostrando que estás ahí por tus propios méritos; que puedes ser igual de buen profesional y que no te han regalado nada". Por su parte, Nicolás Santos reconocía haber sido considerado el médico muchas veces, en las ocasiones en las que acompañaba a una doctora durante el ejercicio de su profesión, y hacía hincapié en la necesidad de organizar jornadas como éstas "porque estas desigualdades siguen siendo el día a día". "Llevo treinta y nueve años como enfermero y sigue habiendo muchos estereotipos", concluía.
Las opiniones de la familia o los problemas a la hora de conciliar la profesión con la vida en casa, además de las distintas anécdotas propias del trabajo, eran otras de las cuestiones tratadas durante un debate en el que las caras de los asistentes oscilaban entre el acuerdo y, en otras ocasiones, la perplejidad.
