Un paréntesis en la adjudicación del albergue para evitar futuros sobresaltos
La explotación del albergue municipal no saldrá a licitación hasta revisar si el canon que se solicita a la futura empresa adjudicataria se ajusta a unas previsiones reales de actividad

El albbergue municipal ha sido recientemente remodelado y está a la espera de que se adjudique su explotación / Cadena SER

Aranda de Duero
El ayuntamiento de Aranda volverá a pedir asesoramiento externo para saber el margen económico que podría tener la empresa que se haga cargo de la explotación del albergue juvenil. Una información que permitirá adecuar a la realidad las compensaciones económicas que se incluyan en el pliego de contratación de este servicio para evitar que una vez adjudicado la realidad obligue a renegociar las condiciones económicas o haga desistir a los posibles licitantes.
El pliego que está redactado desde el anterior mandato ya se basa en un estudio económico, pero en su momento fue el grupo socialista quien planteó dudas sobre el realismo con el que estaba elaborado, al apreciar que la previsión de ocupación del albergue estaba sobredimensionada. Fue el entonces concejal Julián Rasero quien advirtió del desfase entre las 13.780 pernoctaciones al año que preveía el documento y los datos del Instituto Nacional de Estadística y del Boletín de Coyuntura Turística de Castilla y León, que indican una media de algo más de 6.000 pernoctaciones en albergues de esta comunidad que en el caso de Aranda podría reducirse a la tercera parte, al no estar situado en el ámbito del Camino de Santiago, donde se eleva el promedio. El exedil socialista advertía de que el excesivo optimismo podría desinflarse una vez que las instalaciones empiecen a funcionar, con el riesgo de que la empresa que se haga cargo de ellas no le salgan las cuentas.
Aunque fue todavía en el anterior mandato, en una comisión informativa, cuando se decidió solicitar una segunda opinión, dado que el servicio se iba a licitar para un plazo amplio y llevaba aparejadas importantes inversiones, no ha sido hasta ahora, casi un año después, cuando se han iniciado los trámites para contratarla. El proceso ya está en marcha y esta semana finaliza el plazo de presentación de ofertas. El concurso tardará unos 15 días en resolverse y la firma elegida tendrá un plazo de 20 días para presentar el documento. El concejal de Cultura espera que los trámites posteriores, que consisten en una posible modificación del pliego para adecuarlo a las nuevas directrices, sacarlo a licitación y adjudicarlo, permitan que el albergue esté en funcionamiento a mediados de verano. Emilio Berzosa espera que incluso pueda abrirse antes de que comience agosto.