Carlos Alcaraz cae ante Federico Coria en un final de infarto

Murcia

Doble falta al primer servicio de Carlos Alcaraz para comenzar el partido. Nervios que se disiparon con un tenis serio, veloz, cortante e inteligente. El joven tenista murciano, que ya había hecho historia al ganar en su debut en un torneo ATP, no tenía intención de abandonar Río de Janeiro.

Alcaraz y Federico Coria se medían en la distancia hasta que el de El Palmar salvó el break en su tercer juego al servicio y puso contra las cuerdas al 116 del ránking mundial al sellar el 4-3 en blanco y rozar la rotura del servicio en varias ocasiones. En el mejor momento Alcaraz falló en su juego y regaló al argentino el 4-5.

El murciano tuvo una nueva bola de break que desperdició -cinco en la primera manga- y Coria no desaprovechó la oportunidad para cerrar el primer set 4-6 en la Guga Kuerten del Río Open. Precisamente el no saber cerrar los juegos fue el punto más débil de Alcaraz: necesitó 10 bolas de break para romperle un servicio a Coria.

Y después del primero, el resto llegó rodado. Un 5-0 encarriló la segunda manga que se complicó hasta el punto en el que el sudamericano devolvió las dos roturas para dejar el set en 5-4 y con servicio propio. Lo que parecía ganado estaba roto y la posibilidad de no jugar el último, encima de la mesa. Y regresó la mejor versión para cerrar el set 6-4.

Alcaraz arrancó el tercer set perdiendo su servicio. Lo recuperó acto seguido con una rotura en blanco y consolidando su saque para el 2-1. Otro de los errores de juventud de Alcaraz se produjo en su tercer servicio cuando cedió después de haber ido ganándolo por 40-15. La última manga avanzaba y no con buenos números para Carlos que perdía 2-4, sí en sensación de juego.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Una dejada tras otra, drives fortísimos y restos ganadores que no se tradujeron en victoria para el español que cayó 4-6 en el último set, con final de infarto en el que Coria celebró antes de tiempo la victoria y el ojo de halcón alargó un par de puntos más la agonía. Carlos Alcaraz es un chico de 16 años con la madurez que muchos tenistas consolidados querrían y las cualidades innatas para marcar una época. Esta vez no pudo ser.