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Vivienda

La empresa de los pisos colmena asegura que ya tiene viviendas clandestinas en Madrid listas para alquilar

El gerente de Haibu 4.0, Marc Olivé, reconoce además a la SER que operan a través de empresas pantalla, creadas para generar confusión en el Ayuntamiento a la hora de solicitar las licencias

Imagen generada por ordenador que muestra el solar en el que Haibu 4.0 piensa colocar una promoción para 240 residentes. Es una de las promociones grandes para las que, afirma el gerente, sí pedirán licencia. / Cadena SER

Imagen generada por ordenador que muestra el solar en el que Haibu 4.0 piensa colocar una promoción para 240 residentes. Es una de las promociones grandes para las que, afirma el gerente, sí pedirán licencia.

Madrid

El Ayuntamiento de Madrid lo tiene claro: los pisos colmena son ilegales y no piensa autorizarlos, es más, los perseguirá y cerrará si los detecta. La empresa que los construye, Haibu 4.0, también fija su posición con vehemencia: va a abrirlos guste o no al Gobierno local y lo hará de manera clandestina, sin licencia en la mayoría de casos. De hecho, dice su gerente, ya hay pisos en Madrid listos para que los inquilinos entren a vivir y todo el mecanismo que lo hace posible opera a través de una red de empresas que actúan de pantalla para confundir al Ayuntamiento sobre quién está detrás de las solicitudes de licencia. Así lo ha asegurado a la SER el gerente de Haibu 4.0, Marc Olivé, que es el rostro de esta sociedad.

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"Esta S.L. (Haibu 4.0), que es la que montamos para que fuera la cara visible, es una de las 10 empresas de las que disponemos para montar las colmenas. Esa empresa no vale nada. Simplemente la teníamos para comprar materiales", dice Olivé. Según ha explicado, Haibu 4.0, como otras sociedades, forman parte de un entramado más complejo.

Plano generado por ordenador de la zona de Vallecas en que Haibu 4.0 planeo colocar su segunda mayor promoción en Madrid.

Plano generado por ordenador de la zona de Vallecas en que Haibu 4.0 planeo colocar su segunda mayor promoción en Madrid. / Cadena SER

Plano generado por ordenador de la zona de Vallecas en que Haibu 4.0 planeo colocar su segunda mayor promoción en Madrid.

Plano generado por ordenador de la zona de Vallecas en que Haibu 4.0 planeo colocar su segunda mayor promoción en Madrid. / Cadena SER

"Tenemos varias empresas para gestionar las licencias y que los ayuntamientos, cuando vaya 'Fulanita SL' a pedir las licencias no se piensen que somos nosotros y no nos bloqueen", asevera. Es una artimaña que la red utiliza cuando solicita licencias. No en todos los casos lo hace. De hecho, el mecanismo habitual en las colmenas pequeñas, aquellas que van a albergar a solo unas decenas de inquilinos, es que se abran sin permiso alguno y comiencen a funcionar de manera clandestina. Según su testimonio esto ya ocurre en Barcelona, donde el Ayuntamiento de Colau tampoco admitió que se considere a estos pisos una vivienda, y pronto ocurrirá en Madrid. La administración de Colau clausuró los dos casos de los que tuvo conocimiento.

Una sociedad tras otra con la matriz en Holanda y gestores a quien nadie conoce

Haibu 4.0 forma parte de esa decena de compañías cuya empresa madre es una fundación radicada en los Países Bajos, en Holanda. Olivé no da detalles sobre quiénes son los dueños de esta fundación; pero dice que se atreven a hacer lo que hacen porque lo tienen perfectamente atado desde el punto de vista legal. Afirma que han estudiado la normativa y que, por más que se empeñe, ningún ayuntamiento podrá negarles la legalidad de su proyecto. "Se lo tendrán que comer, como la señora Colau". Con Colau, sostiene, van a ir a los tribunales.

En el registro mercantil, Haibu 4.0 figura como una empresa con diversas actividades de decoración, interiorismo, obras, etc. Solo cuenta con un nombre como administrador único de la compañía, el de Eduardo Jaussi Sala. No aparecen empleados, ni el propio Marc Olivé como gerente, aunque este último punto no es de obligado cumplimiento. Olivé afirma tener decenas de empleados, pero nada da fe de que sea cierto. En cualquier caso, solo parece haber un responsable de Haibu 4.0 en el registro, Jaussi Sala, quien estuvo imputado en la investigación de la Trama Gürtel por sus trabajos como diseñador, aunque finalmente fue puesto en libertad.

Hoy figura como administrador de esta compañía pantalla de la que Olivé es gerente y él, según el propio Olivé, solo un asesor. "Él ayudó como asesor", pero "en el tema de logística y dirección de la empresa no ha hecho nada nunca", dice Olivé. Eduardo Jaussi Sala es, también, un administrador pantalla.

Madrid ya tiene pisos listos

El proyecto de la compañía contempla 10 promociones para Madrid: en Vallecas, Vicálvaro, Plaza de Castilla, San Blas, Puerta de Toledo, Avenida de América, San Bernardo, San Cristóbal y en Pozuelo. A estas se unirían las dos de mayor tamaño, una en Vallecas, para 240 residentes y otra, una más, en San Cristóbal para 480 residentes, la que adelantó el diario El Mundo.

De las dos últimas, las más grandes, Olivé facilita la ubicación prevista porque serán las que sigan el procedimiento legal. "De estas vamos a solicitar las licencias y seguir todo el proceso, pero puede tardar cinco o seis meses". De estas, de las otras, no, y de ellas protege su ubicación exacta. Afirma que ya había algunas listas para entrar a vivir en Vallecas, que se pondrían en marcha la semana pasada, pero que descubrieron a una periodista infiltrada y decidieron detener la entrada de inquilinos para revisar bien sus perfiles y evitar chivatos.

La capital ya tiene, por tanto, pisos colmena en los que podría entrar a vivir gente en los próximos días.

El Ayuntamiento se enfurece ""también pueden invertir en estupefacientes"- y Olivé asegura que no les pueden detener

La práctica es tan simple como atrevida. Sus empresas van haciendo los pisos colmena sin pedir permiso alguno. Si el ayuntamiento los detecta y se los cierra, abre otros. "Naves hay de sobra", dice Olivé. El gerente está convencido de que no podrán hacer nada. Montarán los pisos, pedirán algunas licencias a posteriori y, si se las conceden, esos pisos colmena ya estarán blindados. "¿Y si les dicen que no?", pregunta la SER. En ese caso "haremos como siempre, iremos montando todas las que queramos y a medida que nos las vayan cerrando iremos abriendo más" y reubicando inquilinos.

Al pulso están dispuestos, como ya lo hacen en otras localidades como Barcelona. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid ha expuesto su postura con total rotundidad. Ya lo hizo Almeida este martes y en La Ventana de Madrid lo ha vuelto a hacer el delegado de Urbanismo Mariano Fuentes. "Tremendo. Pues también pueden invertir en estupefacientes o en lo que ellos consideren desde el punto de vista ilegal" ha dicho un delegado sorprendido de que "casi se vanaglorie" de actuar en la clandestinidad. Fuentes deja claro que si estos pisos existen, los perseguirán.

Para Olivé, los argumentos que califican de indignas sus viviendas son "patrañas" inventadas por los gobiernos locales, que no pueden hacer nada contra su proyecto. Lo podrán retrasar en los casos en que haya una solicitud de licencia, pero está convencido de que perderán. "Les aconsejamos que no malgasten recursos públicos ni tiempo" porque sus casas "están en normativa", y exige que se sienten a hablar.

Pisos de dimensiones reducidas en naves difíciles de detectar y que se venden como una forma de ahorrar

Conocemos los barrios pero no la ubicación concreta. El hecho de que las viviendas se construyan en naves dificulta diferenciarlas de otras construcciones dedicadas a otro fin. Así son estos pisos colmena, camas apiladas en casas que están destinadas a ser compartidas. Es decir, que cada persona tiene su habitáculo y hay una serie de zonas comunes, como las duchas. Una de estas colmenas individuales estándar mide 1,20 metros de ancho por 2,20 metros de largo y 1,20 metros de altura. El inquilino no se puede poner de pie.

Vivir en una de ellas cuesta entre 175 euros al mes, aquellas en las que hay más inquilinos para repartir gastos, y 215 euros, las de menor tamaño, en las que conviven menos personas. La propia web los promociona como una alternativa para ahorrar en vivienda mientras se pasa una mala época. Lo hace con un vídeo que explica cuánto dinero le queda a un inquilino que paga un alquiler de 400 euros con un sueldo de 1.200 euros mensuales y cuánto a un inquilino de los pisos colmena.

 
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