Pablo Pérez hace un llamamiento a la templanza

Gijón

La victoria ante el Fuenlabrada ha dejado el Sporting en la más absoluta tibieza clasificatoria. Están los rojiblancos a distancias similares del playoff de ascenso (cinco puntos, sin conocer lo que pasará en el Mirandés-Zaragoza, aplazado para el 19 de febrero) y a seis de los puestos de descenso. Esta equidastancia abre, para muchos sportinguistas, la reflexión de si el equipo gijonés está a tiempo de aspirar a cualquier objetivo con las mismas opciones. La preocupación por la cercanía del descenso se atenúa y hay quien empieza a mirar hacia arriba. Desde dentro del vestuario, hacen un llamamiento a la templanza, a no condicionar tanto el estado de ánimo al último resultado.

"A pesar de que no está siendo el año soñado estamos ahí, está La Liga muy igualada. Cuando se gana un partido la gente ya piensa en unas cosas; cuando se pierde en otras... Nosotros tenemos que seguir con el partido a partido, que es lo que te da tranquilidad", decía el mediapunta Pablo Pérez, marcando el objetivo más cercano como el único que se puede tener en mente.

Así que los rojiblancos solo piensan en el partido de Tenerife, un choque "muy importante", a ojos de Pablo Pérez, porque puede suponer que el Sporting encadene dos victorias consecutivas, algo que solo ha hecho dos veces en las 25 jornadas disputadas hasta ahora. 

En la isla el Sporting se reencontrará con Rubén Baraja, el que fuera hasta hace poco más de un año entrenador rojiblanco. "Le conocemos bien. Es un gran entrenador que plantea muy bien los partidos, pero él también nos conoce muy bien a nosotros", decía Pérez, que sobre el actual ocupante del banquillo rojiblanco explicaba que "todo entrenador necesita tiempo para trabajar; no es fácil hacerlo en cuatro o cinco días. Ahora se va viendo el trabajo del equipo y la identidad que Djukic nos quiere transmitir".

La única baja del Sporting para el Heliodoro es la del defensa Carlos Cordero, lesionado.

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