Sueños
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Firma de opinión de Gabriel Pérez Alcalá."Sueños".
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Córdoba
Ahora que el Ayuntamiento ha puesto en marcha la elaboración de un nuevo Plan Estratégico, es tiempo de evaluar dónde estamos, pero, sobre todo, pensar en qué queremos ser dentro de diez o quince años.
Dónde estamos es de sobra conocido. Nos hemos diagnosticado tanto, que nuestros problemas y nuestros defectos, aunque no fuera ciertos, los hemos hecho realidad.
Ahora, lo importante no es eso, no es volver a subrayar nuestras carencias, sino pensar en lo que queremos ser, soñar una Córdoba nueva. Y, para soñar una Córdoba nueva, tenemos que pensar en adjetivos, en adjetivos que califiquen nuestra ciudad.
Por mi parte, propongo cuatro que a mí me gustaría que se dijeran de Córdoba en el año 2030.
A mí me gustaría que Córdoba fuera una ciudad en la que cabemos todos, en la que no hubiera barrios marginados, en la que todos tuviéramos la oportunidad de progresar, en la que no hubiera miseria. Yo sueño con una Córdoba inclusiva.
Como me gustaría una Córdoba sostenible, que fuera reconocida por su nula contaminación, su uso eficiente del agua, la descarbonización de la electricidad que usa, sus soluciones ecológicas para combatir el calor del verano y el frío del invierno. Yo sueño una Córdoba sostenible.
Como sueño una Córdoba diversa, en la que nadie se sienta extraño, en la que se mezclen culturas, en la que la tradición se respete, pero no se sacralice, y emerja la modernidad que tiene latente. Yo sueño una Córdoba moderna.
Como me gustaría una Córdoba culta, tolerante y respetuosa, en la que todas las artes fueran la esencia de la ciudad, así como la ciencia la clave de su economía. Yo sueño una Córdoba sabia.
Sé que lo que digo son sueños, algo etéreo y poco práctico, algo impropio del economista que soy. Sin embargo, creo que los sueños son algo terriblemente real, porque las ciudades, como las personas, son lo que sueñan ser.
Quizás Córdoba es hoy como es porque nunca se soñó de otra forma.