'Patriotas'

Algeciras

Tenía apenas 17 años, cuando unos amigos me invitaron a una reunión clandestina en la Villa de Los Barrios, se trataba de debatir de cómo alcanzar la democracia y la justicia social, era un grupo de personas ilusionadas y comprometidas, que defendían, no sin riesgos, el fin de la dictadura y un cambio hacia las libertades

Esa fue la semilla que dio sentido a tanta rebeldía, una ideología, la de izquierda que siempre he compatibilizado con mis creencias cristianas para que, sin complejos, defender a la clase trabajadora frente a los poderosos.

Por ello para los que ahora se les llena la boca de transición, decirles que todavía resuenan los ecos de las columnas de opinión que desde algún personaje de derechas se enfrentaban a la Constitución y a cualquier atisbo de libertad.

Si amigos y amigas, cuando observo a algunos representantes de la extrema derecha o de la derecha extrema, negar a Pedro Sánchez la posibilidad de negociar con los nacionalistas, sabedores de que nunca se les va a permitir la independencia a Cataluña, les recuerdo que fue el Gobierno de José María Aznar, el protector de Abascal, el que negoció con ETA y hasta les llegó a denominar Movimiento de Liberación Vasco o cuando pasteleaban con el nada honorable Jordi Puyol, ese president que amasó millones durante años para blanquearlos en Andorra la Bella, mientras tanto nuestro presidente presumía de hablar catalán en la intimidad.

Yo pienso que quien ama España, tiene por encima de himnos y banderas, que amar a su pueblo, porque patriota es el que defiende la sanidad publica universal para que nadie se muera en la puerta de los hospitales.

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Quien ama a este país, a nuestra gente no les ningunea la ley que protege a las personas dependientes, y defiende contra los intereses privados una educación gratuita y de calidad.

Un patriota con agallas, no niega el sufrimiento de decenas de miles de españolas y de sus hijos, que viven a diario el terrorismo de sus maltratadores y asesinos.

Quien se desvive por España debe de defender el medio ambiente, su naturaleza y tome medidas para que el cambio climático no acabe con el sueño de nuestros nietos.

Español de corazón es el que no deja tirado a nuestros pensionistas, mientras potencian los seguros privados y toman todas las medidas para salvar a sus amigos los banqueros.

Patriota es el español que no permite que sus paisanos sean despedidos por estar enfermos o que sonríen a los ricos mientras la parte de su de su país sumida en la pobreza es desahuciada por los pájaros que gestionan los fondos buitres o no llega a final de mes.

Podría estar así, horas y horas defendiendo el modelo de patria en el que convivan en armonía las personas independientemente de su credo político y religioso, del lugar de nacimiento o de su orientación sexual, en definitiva, un territorio de diálogo y consenso alejado de los extremismos estériles, un país en el que quepamos todos, una España y un pueblo del que me siento orgulloso y por el que llevo luchando y lucharé toda mi vida.