Ampliar el campus de Teruel podría incluirse en el FITE
La Universidad de Zaragoza estudia la ampliación del campus de Teruel con este fondo de inversiones para el próximo año. Tienen cedidos los terrenos del suelo de la escuela de infantil y primaria de Las Anejas, ahora en desuso
Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza / Universidad de Zaragoza
Zaragoza
La Universidad de Zaragoza estudia la ampliación del campus de Teruel con cargo al FITE - Fondo de Inversiones de Teruel - del próximo año. El Ayuntamiento de Teruel ha cedido a la institución académica el suelo donde se ubica la escuela de infantil y primaria de Las Anejas, ahora en desuso, lo que permite ampliar las instalaciones universitarias sin tener que contar con dos ubicaciones distintas.
Para el vicerrector de Infraestructuras, Francisco Serón, es toda una oportunidad, porque "es un edificio colindante con nuestro campus que se ha quedado vacío y entonces hemos pedido la cesión del uso del suelo, que nos lo han dado, y ahora vamos a hacer un proyecto para ampliar el campus y poner salas de lectura, seminarios, laboratorios... que sería un crecimiento natural del campus y, además, en el campus". De momento, están elaborando un plan de necesidades.
Otras inversiones
La próxima semana, Gobierno de Aragón y Universidad de Zaragoza aprobarán las obras a llevar a cabo este año. Son 2,5 millones de euros. Hay actuaciones previstas en muchos edificios. La Facultad de Medicina tiene que esperar a la finalización de las obras de Filosofía y Letras, pero hay otras actuaciones importantes, por ejemplo el cambio de ventanas de Económicas, "que tienen más de 100 años; una obra que cuesta mucho dinero, una inversión de 800 mil euros; y actuaciones como esa hay que hacer muchas".
No son las únicas: lo mismo se está haciendo en la Facultad de Educación de Huesca. "Son ventanas de museo y subir y bajar las persianas va con palancas a las que hay que darles vueltas como cuando se arrancaban los coches antiguamente".
El campus cuenta con 540.000 metros cuadrados de edificios, algunos de ellos centenarios. Por eso, el cambio de calefacción, aire acondicionado, ventanas y tuberías es una constante.
