"Fue un ataque de nervios que no pude controlar"
El acusado de intentar matar al amante de su mujer asegura que perdió el control cuando el agredido le dijo que era el padre de su hijo pequeño. Asegura que sólo tiene recuerdos vagos del suceso
Ciudad Real
Primera jornada en la Audiencia Provincial de Ciudad Real del juicio contra el acusado de intentar matar al amante de su mujer en marzo de 2018 para el que el Ministerio Fiscal pide cuatro años de prisión.
En su declaración ha relatado que su mujer le contó que se había "encariñado" de otro hombre por lo que al día siguiente se presentó en su casa, acompañado de su esposa, para pedirle explicaciones; "Si me tenía que separar de mi mujer quería saber el motivo y ella no me contaba nada, solo que se había encariñado".
Ya en el interior de la vivienda comenzó una discusión en el que el agredido les espetó, según la declaración, que era el padre de su hijo pequeño. Entonces el acusado perdió el control y asegura que no se acuerda de todo lo sucedido:. "De lo que me acuerdo es de mi mujer y la madre de él delante mía y después a mi mujer con la navaja ya en la mano", ha explicado. "No pensé en ese momento en lo que había hecho".
El ministerio fiscal defiende que una vez en la vivienda sacó del bolsillo una navaja, se abalanzó sobre él y llegó a realizarle un corte en un lado del cuello. Ya en el suelo llegó a pincharle en el antebrazo y en la mano derecha cuando intentaba protegerse de la agresión. Todo en presencia de la mujer y de la madre del agredido que trataron de impedir el ataque, consiguiendo finalmente la primera quitarle el arma. Un cuchillo que asegura es una herramienta que utiliza para las labores en el campo y con la que, según ha declarado, nunca tuvo intención de matarle.
Por su parte, el amante y presunta víctima de lo sucedido ha declarado sentir en la actualidad "mucho odio" hacia el acusado, a la vez que "mucho miedo". Y que por esta causa ha puesto rejas y una alarma en su casa, aunque ya disponía anteriormente de cámaras de seguridad.
De hecho durante la declaración, tanto del acusado como de la presunta víctima, se ha hecho referencia a una grabación donde aparecen imágenes de la agresión. Además, ha hecho referencia a las secuelas sufridas tanto físicas como psicológicas.
Ha confirmado que tuvo una relación de varios años con la mujer del acusado y que esta le avisó de que iban a ir ambos a su casa, ya que estuvieron toda la noche mandándose mensajes y que por la mañana lo llamó por teléfono.
Lo convencieron para que abriera la puerta. "No quería y cuando lo hice supe que la había fastidiado porque él me miró y sonrío". Ha explicado que fue ella la que fue cerrando puertas y que cuando pasaron el acusado le pregunto que si se estaba acostando con su mujer, a lo que le contesto que eso se lo tenía que preguntar a ella.
Y que tras esa contestación, sin mediar más palabras, el acusado se abalanzó sobre su cuello y que "por suerte" no le mató. Ha negado que lo insultase o que le hiciera alguna referencia al hijo pequeño. También ha contado cómo logró que no agrediera a su madre con la navaja.
Por su parte, la mujer del acusado ha apoyado la versión de su esposo, que su marido llegó tranquilo, ya que solamente fue a pedir explicaciones de por qué iba contando todas esas cosas por el pueblo. Ha calificado lo sucedido como "un momento de acaloramiento" porque el amante le provocó.
Una sesión que ha finalizado con las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil y Policía Local que estuvieron en el lugar de los hechos. Destacable la declaración de unos de los agentes de Policía Local que ha relatado cómo el acusado estaba "tranquilo" aunque "bloqueado y aturdido", que no tuvo que usar la fuerza y que lo sacó de la situación que había en la calle en donde "se palpaba mucha tensión".Otro agente ha resaltado el gran sangrado de la víctima.
El ministerio fiscal reconoce que en el momento de los hechos se encontraba bajo un estrés personal provocado por el conocimiento de la infidelidad de la mujer y que pudieron afectar a sus capacidad volitivas en el sentido de impedirle valorar de una forma plena el alcance de sus actos. Por ello considera que concurre las atenuantes de obcecación y reparación del daño ya que el acusado consignó meses después algo más de 10.000 euros para la víctima y su madre en reparación de sus lesiones.
La fiscalía pide una pena de cuatro años; la acusación particular considera que se trata de un asesinato en grado de tentativa, además de un delito de allanamiento de morada y otro de lesiones, elevando sus peticiones hasta los quince años y una medida de alejamiento a menos de 500 metros por un plazo de 18 años.
Por otro lado, la defensa alega que se trata de un delito de lesiones con los atenuantes de reparación del daño y obcecación. Respecto a la primera de las atenuantes, su abogado alega que ha consignado las indemnizaciones oportunas y que coinciden con lo pedido por la Fiscalía y que la obcecación está probada con dos informes.
Respecto a la reparación del daño, la abogada de la acusación particular ha manifestado que su defendido no ha recibido cantidad alguna y ha especificado que solicita indemnizaciones por un valor superior a los 55.000 euros.