Cabezas de gambas, políticos y Keynes
La Columna de Carlos Arcaya Jueves, 26 de diciembre de 2019
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Alicante
Son tiempos de excesos. Y no solo me refiero a las compras o chupar compulsivamente las cabezas de las gambas.
No se preocupen, no les va a pasar nada. E incluso, tiene su parte terapéutica: chupar las gambas, para guardar silencio y tener la fiesta en paz durante la cena de Nochebuena o la comida de Navidad cuando salen esos temas polémicos -en muchos casos relacionados con la política- que provocan ambientes densos.
Carlos Arcaya
Carlos Arcaya
En Alicante y en el conjunto de la Comunitat Valenciana también vivimos ese ambiente extremo que amenaza con prolongarse más allá de la toma de posesión del futuro gobierno de España.
Y es que tras la formación de gobierno, el nuevo ejecutivo tendrá que empezar a tomar decisiones y buscarse aliados.
El año va a ser bronco, o por lo menos, eso parece en las relaciones Diputación-Generalitat. Y en especial, en la relación Carlos Mazón-Ximo Puig, a quien desde la corporación provincial se trata de focalizar -no son el resto de socios del Botanic- como el causante de las fricciones.
En el ayuntamiento, el alcalde Barcala mucho va a tener que remar y templar gaitas para conseguir que se apruebe el primer presupuesto de su mandato. El bipartito ya demuestra alguna tirantez o la falta confianza.
En fin, que ese es el panorama para el que nos preparamos. Aunque como decía Keynes, cuando te preparas para lo inevitable, sucede lo inesperado.
Veremos.
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