"Hay que estar ahí para saber el sufrimiento que el ruido provoca en los residentes del Casco Antiguo o del Centro Tradicional"
Hoy por Hoy Alicante | «Hay que estar ahí para realmente saber el sufrimiento que el ruido provoca en los residentes del Casco Antiguo o del centro tradicional»
10:47
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Alicante
El último Pleno de 2019 del Ayuntamiento de Alicante aprobaba por unanimidad la moción presentada por el grupo socialista para la creación de una comisión no permanente del Pleno encargada de los planes especial e integral del Centro Tradicional, moción que se ampliará al Casco Antiguo a petición de Ciudadanos.
Sin embargo, los residentes del Casco Antiguo se muestran escépticos. Y es que, cuenta Alberto Garví, vocal de la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil, «el histórico» de los diferentes gobiernos municipales solo refleja «promesas y poco cumplimiento; poco beneficio para los vecinos y poca compatibilidad con los negocios (…). Sería tan fácil como que cualquiera de los comisionados viniera a dormir a nuestras casas durante tres meses y se darían cuenta de lo que significa. Con más de 40 o 50 dB es imposible conciliar el sueño».
La situación se ha hecho por momentos insostenible. Por ejemplo, el pasado 30 de noviembre los sonómetros registraban hasta 82,9 decibelios en una de las calles más concurridas del casco histórico. Finalmente, ese ha sido el detonante que ha llevado a los vecinos a pedir al Ayuntamiento el adelanto en dos horas del horario de cierre de pubs y bares en las calles Virgen de Belén, Padre Maltés, Labradores, Tarifa, San Pascual y en las plazas de San Cristóbal y Quijano. «Hay que estar ahí para saber el sufrimiento que el ruido provoca en los residentes del Casco Antiguo o del Centro Tradicional».
Este mismo viernes, el Ayuntamiento firmaba el decreto que da el inicio al expediente para la tramitación de la ZAS en el Centro Tradicional y el Casco Antiguo. Sin embargo, para sus residentes, hubiera sido suficiente con que se cumpliera el Plan Especial del Casco Antiguo, medidas que deberían llevar a compatibilizar las actividades de bares y pubs.
Tan solo piden algo que parece obvio, «que se hagan cumplir las normativas: que se revisen las dobles puertas; que permanezcan cerradas en los locales en los que hay música; que se pongan limitadores de sonido en los locales que no tienen las auditorias acústicas al día y establecidas. Al final, lo que debería hacer cualquier Gobierno, hacer cumplir las normativas de oficio».
Pero más allá del ruido, hay otros problemas que parecen eternizarse, como la falta de seguridad o el abandono de sus calles. Para muestra, un botón: la iluminación de la cúpula y de la torre de la catedral, el monumento de interés cultural más importante después del ayuntamiento, está fundida desde junio sin que nadie le ponga solución.
En definitiva, los vecinos solo piden «un casco histórico del que todos podamos estar muy orgullosos» y, en cualquier caso, un momento que parece todavía muy lejano.
En la parte superior de este artículo pueden escuchar de nuevo la conversación que Alberto Garví, vocal de la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil, ha mantenido con Carlos Arcaya en Hoy por Hoy Alicante.
