La majestuosidad de la Reina de las Viñas
Crónica del traslado de ida a la Santa Iglesia Catedral de María Santísima de la Concepción Coronada
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Traslado María Santísima Concepción Coronada
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Jerez de la Frontera
La Hermandad de la Exaltación hizo, una vez más, gala de saber hacer bien las cosas; algo que parece tan complicado a veces en las cofradías. El traslado de ida a la Santa Iglesia Catedral fue extraordinario en todos los sentidos. Con buen gusto, con saber estar, paciencia por aguantar 15 minutos y demorar su salida, saber andar largo y racheado cuando había que andarle o reposar el compás costalero ante unos villancicos en la calle Sol. Por saludar de manera emotiva a la Hermandad de la Angustias o con un suave ‘sobre los pies’ debajo del puente que lleva por nombre el de la Dolorosa de la barriada de la Vid.
Un primer traslado que nos dejó buen sabor de boca; donde se cambió la mirada al cielo, por temor a la lluvia, a los ojos de la Madre de Dios.
Exquisito el paso cedido por la Hermandad sevillana de la Hiniesta, sobre el que procesionaba, e insuperable el ajuar de María Santísima de la Concepción Coronada, así como su ejecución.
En cuanto a lo musical, la Banda de Música ‘Ciudad de Dos Hermanas’ regaló, chicotá sí y chicotá también, marchas a los costaleros de Isaac Núñez que volvió a pasear a la Dolorosa que gubiara el jerezano Manuel Prieto en 1959, como si de un Viernes Santo se tratase.
Ahora toca esperar a la festividad de la Inmaculada Concepción para ver, esta vez bajo palio, a la Reina de las Viñas. Mientras queda el recuerdo de la primera noche de adviento alrededor de María Santísima de la Concepción Coronada.