El Centro de Audiodescripción de la UC3M asesorará al Museo Naval para su accesibilidad
Una jornada ha reunido a responsables del CESyA y de los museos de la región para potenciar la accesibildad de todos los colectivos
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El CESyA colabora con museos para mejorar la accesibilidad de las personas con diferentes tipos de discapacidad. / SER Madrid Sur
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Getafe
La Jornada de Museos Accesibles, MUSEAC ha reunido a los responsables de los servicios de accesibilidad de estas instalaciones para reflexionar sobre las condiciones que deben reunir para ser disfrutados por todos. Un encuentro organizado por el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción, CESyA, dependiente del Real Patronato sobre Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y gestionado por la Universidad Carlos III de Madrid.
Estas jornadas según Belén Ruiz, gerente del Centro, han sido “un punto de inflexión” donde se ha revisado cómo debe ser un museo accesible a personas con diversidad funcional intelectual o física. “Y les hemos hecho reflexionar que no es lo mismo la accesibilidad en un museo que un museo accesible”.
El Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción de la UC3M asesorará al Museo Naval para su accesibilidad global.
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Mónica Souto, responsable de Cultura de CESyA, asegura que incluir servicios de accesibilidad va en beneficio de todos. Por ejemplo, la audiodescripción es útil para una persona invidente, pero también para otros usuarios. “También lo es para personas con discapacidad intelectual, cuando en una audioguía le cuentas las cosas más sencillas, ellos enfocan su atención. Todo va a favor de experiencias más ricas en un espacio museístico”, según indica.
CESyA viene colaborando con museos de la región y de otras partes de España con sus investigaciones y creaciones para la accesibilidad. Así comenzó en 2007 trabajando con el Museo del Traje, después vinieron el de Soroya, el Lazaro Galdiano o el Museo Arqueológico. Con este último, ha trabajado estrechamente para conseguir su accesibilidad global y ahora están ayudando al Mueso Naval, aprovechando que van a reformar y modernizar sus instalaciones. También han colaborado con los Reales Alcázares o en Córdoba con el Museo Julio Romero de Torres. “En ellos pudimos establecer las pautas para tener un mínimo de accesibilidad”, indica Ruiz.
No obstante, reconocen que hay mucho que avanzar todavía. En la Comunidad de Madrid solo los tres grandes, El Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía están más avanzados en este ámbito, aunque el Arqueológico también se podría incluir en el grupo. “Tiene audioguías y dispositivos que incluyen todos los servicios de accesibilidad. Además, cuenta con puestos para que las personas invidentes puedan tocar las distintas obras, tienen casi todos sus mapas e información en formato braille, según Souto.
Para ser accesible
Para que un espacio museístico sea accesible de verdad es necesario, según Ruiz, “informar a las personas que los museos cumplen los requisitos de accesibilidad o la señalética, de forma que las señales de emergencia no sean sólo acústicas, sino también luminosas. Tenemos que tener audioguías o signoguías mas enriquecidas y que se pueda incluir todo en nuestro dispositivo móvil, que tenga lengua de signos, audioguiado, planos para no perderse en el museo, es decir, una guía virtual. La audiodescripción, la audioexplicación o la realidad aumentada, son necesarias”.
También es importante, afirma, la formación del personal del museo, que no sabe muchas veces lo que “tienen que dar según a qué colectivos, al igual que la formación de personas con discapacidad que deben exigir ciertos servicios”. Ruiz concluye que la gran mayoría de los museos no tienen muchas de estas cosas. Lo que sí es frecuente ya es encontrar audioguías y las signoguías. Recuerda como las primeras estaban pensadas para personas ciegas o con discapacidad intelectual, “aunque las usamos todos”. Ahora el trabajo va dirigido a seguir avanzando.