¿Es demasiado tarde para luchar contra la despoblación?

Manzanares

Eran las ocho de la tarde y, puntuales a la cita, se abrieron las puertas de la Casa de Cultura de Manzanares (Ciudad Real) para acoger una nueva entrega de la Escuela de Ciudadanía. A esa misma hora, decenas de personas fueron llenando su salón de actos. Un público, en su mayoría, ya entrado en años y que, por ello, saben cómo ha ido evolucionando la población de sus municipios.

Precisamente, esta ponencia versaba sobre la problemática de la despoblación, coincidiendo, paradójicamente, con una fecha marcada en rojo por el consumo y por las aglomeraciones como es ese Black Friday. Una situación, la del bullicio, por la que suspiran diversas localidades de la provincia de Ciudad Real, así como muchos otros lugares de España. En este sentido, estos "parroquianos" han aprovechado, el que debería ser un día de compras desenfrenadas, para conocer, de manera pausada y sosegada, más detalles sobre esta problemática que conocen, que viven y que sufren en sus propias carnes. Un fenómeno del que parece, ahora, está de moda entre la clase política.

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No obstante, sobre esta despoblación, uno de los participantes, el profesor de la UCLM, Raúl Ruiz Pulpón, ha reseñado que hasta el 60 % de los municipios de la provincia de Ciudad Real tienen menos de 2.000 habitantes. Esta estadística supone que el 50 % del territorio de esta provincia está conformado por estas pequeñas localidades.

Sin embargo, Pulpón ha puesto en relieve, tras el análisis exhaustivo que ha realizado de la población de esta provincia, que no todas las zonas sufren este problema. En este aspecto, ha destacado que “zonas como Manzanares, Daimiel, Alcázar de San Juan o Tomelloso han logrado sostener su población (…) lo han logrado con un sector vitivinícola muy fuerte, buenas comunicaciones”.

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Seguidamente, este profesor titular de la UCLM ha confirmado que “hay zonas de Cabañeros que tienen la misma densidad de población que en Laponia, es decir, hay 3 habitantes por kilómetro cuadrado”. Una densidad de población similar a la que hay en localidades de las provincias de Cuenca y Guadalajara.

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Un análisis pormenorizado que ha presentado Pulpón al público asistente a esta charla. Una vez presentados estos datos, ha sido el turno para el análisis del escritor, Sergio del Molino, quien ha confeccionado, hace tres años, el libro de La España Vacía. Del Molino se ha mostrado muy pesimista “querer revertir este problema es algo utópico”. Una utopía que sustentaba en que “hay que cambiar radicalmente nuestra forma de vida”. Todo ello porque los ciudadanos prefieren vivir en las grandes urbes. Una situación que se repite, ya no solo en toda España, sino en el resto del mundo.

Asimismo, Del Molino ha subrayado que “los políticos deben de poner el foco en considerar a la gente que vive en la España Vacía y que estos no se consideren ciudadanos de segunda (…) mantener sus servicios públicos y su calidad de vida”. Además, en cuanto a esa acción política, considera que se está hablando mucho de luchar contra la despoblación pero, aún, no se han tomado medidas concretas para mantener esa calidad de vida de estos habitantes del medio rural.

Este escritor y colaborador del diario El País también ha descatado que ha habido un cambio en la percepción social de esta problemática. En este sentido, Del Molino ha puesto como ejemplo "yo he intentado vender reportajes sobre despoblación a medios de comunicación hace unos años y nadie me hacía caso ni interesaba este tema".

Finalmente, este periodista ha afirmado que una gran parte de la población nunca ha salido en los informativos nacionales. Por ello, estos habitantes aseguraban que nunca eran importantes y no se contaban sus problemas. Sin embargo, en estos últimos años, la atención informativa sí que está en estas localidades rurales. No obstante, la duda que seguirá en el aire sobre la despoblación y su lucha es ¿será una moda pasajera o habrá llegado para quedarse?