El impago de tasas de empresas de autobuses en Bembibre obliga a cerrar la venta de billetes
La concesionaria del servicio espera que el ayuntamiento denuncie el incumplimiento del contrato desde hace tres años
Autobús de Alsa / ALSA - Archivo (EUROPA PRESS)
Ponferrada
Un desacuerdo entre el ayuntamiento de Bembibre y las empresas de autobuses, Alsa, Pelines y de la Riva ha obligado a la concesionaria del servicio a cerrar la ventanilla de billetes de largo recorrido, una compra o reserva que ahora los usuarios sólo pueden hacer por internet o trasladándose a la estación de Ponferrada.
El problema es que ninguna de las empresas paga desde hace tres años las tasas municipales, una deuda que en el caso de Alsa asciende a 50.000 euros y que en el de las otras dos es en total unos 2.900 euros en el caso de Pelines y de 1.500 en el de De la Riva, cifras bastante menores porque el número de entradas en la estación también.
El empresario que gestiona por cesión municipal el servicio, José Manuel Ventura, lamenta que los usuarios se vean afectados por este problema entre el ayuntamiento y las empresas de transporte de viajeros que no sólo afecta a su cuenta de resultados sino que además tiene difícil solución inmediata puesto que no responden ni siquiera a los requerimientos, con lo que el problema acabará en los tribunales.
Mientras el ayuntamiento habla de tasas que se recogen legalmente y que se han aprobado en pleno sin ninguna alegación por parte de las empresas mencionadas, éstas habían solicitado ya en la anterior legislatura un aumento del precio del billete que no se puede asumir, según el consistorio, porque no está recogido en convenio. El autónomo José Manuel Ventura confía en que el ayuntamiento denuncie el incumplimiento del contrato por el impago de las tasas, al tiempo que lamenta que esta estación de autobuses que requirió mucho esfuerzo e inversión pública llegue a esta situación que intentará aguantar como pueda.
A tenor de esto, desde Ciudadanos ya han remitido un comunicado de prensa en el que ha denunciado la inoperancia de la Estación de Autobuses de Bembibre, y aunque no quieren entrar en el origen de la culpabilidad lamenta que el contrato de externalización del servicio no esté adecuado a la realidad, e insiste en que “los viajeros no tienen la culpa”.
