La Guardia Civil investiga por abandono y maltrato animal al dueño de una tienda de mascotas

Burgos

La Guardia Civil ha investigado en Burgos a P.H.R.S., de 37 años de edad, como presunto autor de los delitos de abandono y maltrato animal. La situación viene motivada por el cierre de la tienda de mascotas que regenta, que ha privado a los animales de la vigilancia y las necesarias condiciones higiénico sanitarias adecuadas a sus necesidades ya que carecían de la suficiente agua corriente y comida apropiada.

Desde la inspección practicada semanas atrás al negocio y por la que el SEPRONA confeccionó un acta  de denuncia, al detectar varias e importantes infracciones en materia de sanidad animal y también de tipo documental, al carecer de determinados permisos y autorizaciones, se venía realizando un seguimiento al local. 

No obstante, el pasado 12 de octubre la colaboración ciudadana advirtió sobre el desorden y suciedad acumulada en el establecimiento comercial, donde se podían ver dos perros y dos gatos. Más llamadas confirmaron el posible estado de abandono, corroborado desde las redes sociales.  La Policía Local y después el SEPRONA intentaron infructuosamente localizar al propietario para que facilitase el acceso a la tienda.  En una inspección conjunta al local, coordinada entre el Servicio Territorial de Ganadería de la Junta de Castilla y León, Policía Local del Ayuntamiento de Burgos y SEPRONA se accedió al interior, constatando las sospechas de abandono y suciedad generalizada de las instalaciones y los animales allí existentes, estancias donde se concentraba un fuerte olor.

Los ejemplares presentaban además de una evidente dejadez y aspecto desaseado (presentaban restos de heces y orines en el pelo), desnutrición, enfermedades cutáneas y oculares, problemas intestinales, anemia y carecían de la necesaria agua corriente y comida adecuada a las necesidades etológicas de cada especie.  Dos hámster fueron encontrados muertos y un ejemplar de gato exótico -que presentaba un precario estado de salud- precisó asistencia veterinaria y obligado a permanecer “hospitalizado”; gracias a la rápida gestión y a los cuidados recibidos ha podido salvar la vida. 

Una asociación burgalesa de protección animal ha solicitado la custodia de un gato y los dos cachorros de perro de raza Sharpei que se encontraban en pésimo estado de salud y que fueron intervenidos.  Del resto de animales que allí cohabitaban se ha hecho cargo un particular, persona designada por el propietario de la tienda y que fue quien facilitó la entrada al negocio

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