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"No sé si Cádiz es consciente del lujo que es tener el FIT"

El director del Festival Iberoamericano de Teatro, Pepe Bablé, se despide en esta edición

Pepe Bablé en su despacho en la Casa de Iberoamérica de Cádiz / Cadena SER

Pepe Bablé en su despacho en la Casa de Iberoamérica de Cádiz

Cádiz

Pepe Bablé está viviendo su última edición del Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) como director como quien sorbe un helado a pleno sol. Intentando saborearlo todo, que no se pierda nada, esforzando los sentidos para que le lleguen todas las emociones y ecos de un certamen que ha dirigido desde 1993. Bablé se marcha por jubilación, feliz por el trabajo realizado, emocionado por la despedida, conmovido por este adiós que se parece mucho al de unos padres que ven marcharse de casa a un hijo ya criado. Bablé dejará el FIT, pero no el teatro. Y, como los grandes futbolistas de un club, estará para su equipo siempre. Se va con la espinita de que en su ciudad, Cádiz, este festival no sea tan valorado en su plenitud, como sí lo reconocen al otro lado del Atlántico.

Pregunta. El FIT ha cumplido 34 años. ¿Cuál diría que es la característica principal de esta edición?

Respuesta. Hay un eje temático en torno a la palabra y está marcada para mí, porque será mi última como director. Se acerca mi jubilación, doy un paso al lado, para dejar a nueva gente dirigir esta nave.

P. Siempre se ha dicho que el FIT expresa el sentimiento de Iberoamérica. ¿Qué tono tiene ese sentimiento este año?

R. Bueno, este año hemos querido que el eje fundamental sea la palabra. Estamos en un momento necesitado de diálogo y consenso. El teatro puede hacer un favor para recuperar la palabra. La palabra teatral o dramática suele estar preñada de intenciones, cuestionamientos y verdades. Son espectáculos que sensibilizan al espectador a través de la palabra, sean autores contemporáneos o clásicos, porque sus textos tienen la contemporaneidad de la palabra a través del altavoz que representan los escenarios. El teatro latinoamericano ha sabido luchar sus crisis continuas con el teatro como herramienta de conmoción social.

P. ¿Y qué salud tiene el teatro iberoamericano?

R. Yo le veo una salud envidiable. Cada vez hay más grupos, mucha gente joven que está empujando. Es muy raro encontrar un país que no tenga un resurgimiento. Yo creo que la gente se está cansando de las redes sociales y de los medios electrónicos en la mano. Vuelve el cara a cara, el tú a tú, el ir a espectáculos que puedan sensibilizarnos mirándonos a los ojos o tocándonos la piel. El teatro es el arte por antonomasia, el más antiguo de la existencia humana. Está ahí y hay que saber aprovecharlo.

P. ¿Y cuál es la salud del FIT?

R. También es buena. Creo que es reflejo de la salud del teatro iberoamericano. Su mal endémico es el mal presupuesto que tiene para defenderse. Pero en el campo del espíritu también tiene una salud envidiable.

P. ¿Cómo afrontar este último año como director? ¿Qué balance hace si echa la vista atrás?

R. Echar la vista atrás produce un vértigo tremendo. Yo me quedo con la riqueza que este festival me ha dado. Me ha dado mucho más de lo que yo le podría devolver en tres vidas. He viajado, he aprendido, he crecido como persona.

P. ¿Y qué ha aportado el festival para Cádiz?

R. No sé si Cádiz es consciente del lujo que es tener este festival. Cuando en Latinoamérica se habla del FIT, se habla del festival de Cádiz. Cádiz tiene una resonancia como de algo mitológico, que subyace en el imaginario del creador latinoamericano. Cádiz es la meca del teatro, la meta, el punto de entrada y el punto de partida. Hoy es raro que un creador que triunfe en Avignon o Edimburgo no haya pasado antes por Cádiz, y eso es una relevancia brutal para Cádiz.

P. Pero dice que Cádiz no es consciente de ello...

R. Cádiz está más atento a otras cosas. Tiene un carnaval y una semana santa que fagocita el interés mediático, político y económico. No se puede comparar el festival con esos hechos. Hacerlo sería de tonos. Pero yo creo, de verdad, que el festival es una pieza fundamental de la cultura gaditana. Le aporta un grado de inteligencia y sapiencia.

P. ¿Y qué futuro le aguarda al festival?

R. Tengo que ser optimista. Deseo que continúe. Al que venga le deseo que le ponga el mismo entusiasmo y pasión que yo le he puesto, pero que tenga más lucidez y consiga lo que yo no he logrado. Los mimbres están ahí, su relato de méritos es extenso y, sabiendo cuidar este patrimonio de 34 años y con un poco más de ayuda económica, le auguro mucho futuro.

P. Si su sucesora o sucesor le pide consejo, ¿qué le diría?

R. Creo que la persona que venga a sucederme conocerá el espíritu y filosofía del FIT y, si lo respeta, va a tener mi ayuda de pleno. Yo soy un jugador de club, siempre voy a estar ahí. Me mantendré ligado al teatro y siempre que se me necesité ahí estaré.

P. Se marcha por jubilación. ¿Ha pensado que va a hacer?

R. Seguiré dirigiendo, seguiré actuando, haré pequeños papeles en cortos de amigos y, ahora que tendré tiempo, podré dictar talleres y dar clases, porque me lo permite la experiencia que he tenido.

P. ¿Y también al frente de la compañía de títeres de La Tía Norica?

R. Claro. Ese es un gran proyecto de vida, es algo propio de mi familia y estaremos ahí hasta que el cuerpo aguante.

Pedro Espinosa

Pedro Espinosa

En Radio Cádiz desde 2001. Director de contenidos de la veterana emisora gaditana. Autor del podcast...

 
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