Cáritas presenta la campaña de las personas sin hogar
Más de 800 personas han sido atendidas este año en la Casa de Acogida Madre Bonifacia

Mª Leon, Directora de la Casa de Acogida Madre Bonifacia, junto a Magdalena Zabaleta, ex residente de la casa, y Antonio Uceda, actual residente / CADENA SER

Zamora
Como cada año por estas fechas Cáritas celebra la Campaña de las Personas sin Hogar en la que, bajo el lema “Ponle cara”, se pretende visibilizar la situación de quienes por distintas circunstancias han perdido su trabajo, su vivienda, muchas veces a su familia, su lugar en la sociedad y se han visto abocados a vivir en la calle. Una campaña con la que se vuelve a hacer un llamamiento a la sensibilidad y compromiso de la sociedad para que esas personas alcancen su integración plena. La campaña quiere centrarse este año de una manera especial en el colectivo de las mujeres de mediana edad a las que, como señalaba María León, Directora de la Casa de Acogida Madre Bonifacia, es más difícil ayudar debido a la situación de mayor degradación con la que suelen llegar a la casa de acogida.
Una campaña en la que se llevaran a cabo algunos actos para dar a conocer la labor de Caritas con las personas sin hogar, entre ellos la representación este jueves a las 19.00 h. en la Plaza del Maestro Haedo de una pequeña obra de teatro titulada “Mi nombre es Skywalker” de Agustín Fernández, docente colaborador de Caritas.
La Casa de Acogida Madre Bonifacia ha atendido en lo que llevamos de año a 816 personas, de ellas el 90% cuentan, bien con una prestación económica, la mayoría, y unas pocas con trabajo, en concreto este año han sido 26 las que han logrado su inserción laboral gracias a los cursos de formación a los que asisten un 80% de las personas acogidas, mientras que un porcentaje del 15%, aunque podrían llegar a tener una vida normalizada precisarían de un apoyo continuado, según la directora de la casa de acogida.
Son los datos principales de una realidad que, más allá de las cifras, tiene rostros, nombres e historias vitales muy duras como la de Antonio Uceda, actual residente que con 64 años está recibiendo ayuda de Cáritas mientras espera poder cobrar la renta activa de inserción después de siete u ocho años en la calle tras arruinarse como empresario durante los años de la crisis, dejar a su familia y verse incluso durante un tiempo en la cárcel. Historias como la de Mª Magdalena Zabaleta, una mujer de 51 años que hace 8 meses llego a España desde el Salvador con dos hijos de 26 y 14 años, escapando de la violencia que asola aquel país y buscando una nueva vida en España. Recaló en Valladolid donde estuvo unas semanas sin recibir ayuda alguna hasta que, cuando ya se encontraba en una situación límite, el destino le tendió una mano y, a través de unos compatriotas, entro en contacto con Cáritas de Zamora que le presto, a ella y a sus dos hijos, la primera ayuda de urgente necesidad. Ahora estudia la ESO para poder hacer un curso de auxiliar de ayuda a domicilio, su hijo trabaja en Salamanca y su hija estudia en un colegio zamorano y, poco a poco, dice, va saliendo adelante.