Derrota en el Bernabéu... con todos los honores

Granada

Puestos a perder, que sea como cayó el Granada en el Santiago Bernabéu: sobreponiéndose a un terrorífico inicio de partido, levantándose de la lona cuando parecía noqueado con un 3-0 abajo y poniendo contra las cuerdas al Real Madrid en su propio estadio.

Nadie sale vivo de Chamartín cuando el Real Madrid profana tu portería en el primer minuto y pierdes a tu mejor jugador en el quinto minuto. Sobre todo, cuando tu presupuesto es de 60 millones y el del rival, de 600. Pecata minuta. Lo normal, cuando un partido comienza así, con el pie izquierdo, es acabar empequeñecido por el escenario y volverte a casa con un carro de goles en el autobús.

Pero el Granada soportó el chaparró como pudo y se rehizo. Tanto que en la segunda mitad fue capaz de cortocircuitar el juego capitalino presionando a todo el campo, robando y generando peligro. Dos goles en un suspiro llevaron los nervios a la grada y sobrevoló la opción del empate, situación que en sí misma ya fue una victoria moral para el Granada.

Se vino sin puntos de Madrid, es verdad, pero con la mochila llena de moral y orgullo después de haber sido capaz de plantar cara al coloso blanco a pesar de un inicio devastador. Cuando la situación viene mal dada, el Granada de Diego Martínez también tira de orgullo y valentía.