Humos de primera y de segunda en la Estación del Norte de València

Valencia

Las personas que pasan por la estación del Norte de València se quejan porque en la zona protegida por la cubierta de este edificio histórico, con más de un siglo de historia, aunque está prohibido fumar, siguen entrando algunos trenes de gasoil que expulsan el humo por sus tubos de escape. Una incongruencia, señalan algunos, un mal necesario, explican en RENFE y en ADIF.

Renfe y Adif reconocen que todavía quedan algunos trenes sin electrificar que, por cuestiones logísticas, se ven obligados a entrar hasta el final de vía de la estación del Norte. Eso sí, son la inmensa minoría.

Solo suponen el siete u ocho por ciento de los 523 trenes que de media entran a diario en la estación. 16 trenes en total que proceden de la línea entre València-Sagunt-Teruel-Zaragoza, que en breve comenzará a electrificarse, y los de los cercanías C-3, la línea que cubre el trayecto entre València y Utiel, para la que todavía no están previstas las obras de electrificación.

Por eso, al tratarse de un servicio público que no se puede dejar de prestar, esos trenes tienen que seguir entrando en la estación del Norte, a pesar de las molestias que causa el humo que despiden las locomotoras. Lo que se intenta es que esas máquinas estén el menor tiempo posible encendidas. En muchos casos, aseguran en Renfe y en ADIF, no son más de 45 segundos desde que entra en la zona protegida por la marquesina, hasta que apagan los motores, y también se apura al máximo para ponerlos en marcha cuando parte el convoy.

En unos años, todavía no se sabe cuántos, todos los trenes serán eléctricos y no se producirá esta molesta situación, pero mientras tanto, seguirá prohibido fumar en el hall de la estación del Norte.

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